Nunca me detuvo una crítica. Si me hubiesen paralizado, hubiese vuelto al mundo del derecho. Entiendo los códigos. A los cirujanos los juzgan cirujanos, pero los cirujanos no tienen diarios y canales de TV para criticarlos. Como los arquitectos pasa lo mismo. A mi me tocó competir con personas que tienen posibilidad de crear y construir opinión publica. No fui bienvenido en el mundo de la radio en el momento que entré. Una forma de competir con personas que tienen posibilidad de crear y construir opinión pública. Son las reglas del juego, lo entiendo. Esto no es para flojos. El que quiera dedicarse a un lugar donde toda la gente lo mime lo ideal es que sea bibliotecario o que ponga una fundación. Hay una vieja anécdota de Roosevelt , que pierde una elección antes de ser presidente y la prensa lo destroza y el tipo se deprime. La madre de Roosevelt le patea la puerta y le dice: nadie patea un perro muerto. Mientras uno sea una persona activa, creciendo con proyectos, habrá que acostumbrase a que esto sea así.
jueves, 22 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Una mezcla entre bizarrismo tercermundista y perversión cínica del primer mundo. Flavio
Publicar un comentario