El "Gallo Loco" se rebeló y parece que consiguió quedarse en Nacional

Esta información tiene ribetes de comedia. Claro, después de los desplantes que el interventor encubierto de la radio pública, Enrique Vázquez, le hizo a gente como Claudio Morgado, Miriam lewin, Mona Moncalvillo, Eduardo Anguita, Lía Salgado, etc, el primero que empezó la arenga contra la suspensión de casi toda la programación fue Eduardo Colombo. "El Gallo Loco", apelativo que le quedó luego del ciclo que condujo con ese nombre en Radio Rivadavia por varios años, estuvo trinando desde que se enteró como venía la cosa. Habló con sus compañeros despedidos para hacer algo en contra del brutal levantamiento, pero claro, los muchachos poseen otros puestos en la administración pública como ya les contamos y obviamente no quieren jugar con los cambios de ánimo de Néstor, que a estas alturas es más temido que amado. Saben que como están las cosas pueden rodar de patitas a la calle sin miramientos.

A Colombo la cosa no le va tan mal pero ultimamente su voz histórica en Telefé no se escucha como antes y parece que además la gente de Telefónica lo quiere jubilar. De todos modos le queda la lotería de la Provincia de Buenos Aires. Lo que pasa es que llevarse tres o cuatro luquitas por una horita de programa diaria es una beca que nadie quisiera perderse. La cuestión es que el hombre amenazó hace unos días con que a pesar de que su contrato terminaba el 31 de diciembre, iba a presentarse a trabajar igual el 2 de enero. La dirección ya había notificado que las horas desiertas serían cubiertas con música y voces de la casa. Es probable que el locutor pretendiera con esta actitud iniciar algún tipo de acción legal.

La cosa es que parece que la presión del conductor surtió algún efecto y según la información que maneja este Notero, Alejandro Piccinini, gerente artístico de la emisora oficial, estaría por informarle que se queda en Maipú 555 en el 2009. Ven! el que no llora no mama. De todos modos veremos si se confirma la continuidad después de febrero.

Este suceso de conventillo laboral me hizo acordar aquella vez que Ricardo Horvarth, periodista y conductor de programas de tango, fue despedido de Radio Ciudad por Juan Alberto Badía y decidió resistir la medida encadenándose al micrófono del estudio donde emitía su "Café, Bar, Billares". A diferencia del final feliz (por ahora) de la historia de Colombo, que no llegó a tanto, Horvarth jamás volvió al aire.