Entre lo que le pasó al gobernador (Eliot Spitzer) de Nueva York con la prostituta y la visita del Luis Palau a la Argentina, con festival incluído y todo, me vino a la memoria el Reverendo Jimmy Swaggart. Sí, el Pastor evangelista norteamericano que después de haber sido escrachado de festichola salió llorando y pidiendo perdón por sus pecados. Luisito, cuídate.
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