lunes, 14 de marzo de 2016

Sale una nueva edición a pulmón de Tiempo Argentino mientras Szpolski/Garfunkel/Belocopitt dejan sin cobertura de salud a los colegas


A pesar de la obvia invisibilización que quieren hacer la mayoría de los medios denominados "grandes" sobre el vaciamiento del Grupo 23, el drama continúa pero con una voluntad y resistencia de aquellas por parte de nuestros compañeros. Verdaderos gigantes, los colegas de Radio América están gestionando la AM 1190 y los de Tiempo Argentino hacen lo suyo sosteniendo su edición digital y cada tanto, como van a hacer ahora, alguna en papel. Así lo cuentan los propios trabajadores, que para colmo de males, además de no tener más de siete años de aportes jubilatorios y de Obra Social ahora fueron dados de baja en el sistema de salud insólito que les había garantizado el tándem Szposlki-Garfunkel, y su hijo no reconocido, ya borrado del mapa, Mariano Martínez Rojas. Una atención que se pagaba por parte de la "empresa" una vez solicitada ¿y dónde?... en el monumento de la mercantilización del sistema de salud privado, donde el que no garpa, que se muera!. Se trata de la siniestra Swiss Medical, del nefasto Claudio Belocopitt. Quien ahora se cobra notas como estas, que no fueron escritas precisamente por Sergio ni por Matías ¿ se entiende?. Acá toda la data que como siempre publica el completísimo blog Señales del colega Claudio Andrés de Luca;

La medida fue resuelta en la asamblea del pasado miércoles y apunta, nuevamente, a desafiar el lock out de la patronal que ya lleva 35 días. Saldrá el martes coincidiendo con la crucial sesión del Congreso que tratará el proyecto del Ejecutivo para pagar a los fondos buitre. Este número, además, servirá para recaudar fondos a través de solicitadas solidarias. Además los trabajadores de Tiempo Argentino ya no cuentan con obra social. Esto ya había sido advertida por los delegados del diario ante el Ministerio de Trabajo, que mira para otro lado. Szpolski, Garfunkel y Martínez Rojas, responsables. Reclaman intervención del Estado Hace ya casi cien días que los trabajadores de Tiempo Argentino siguen sin cobrar sus haberes. Pero además, el diario que está próximo a cumplir 6 años de vida, hace ya más de un mes que no ve la calle como resultado de la política de vaciamiento orquestada por el tándem Szpolski – Garfunkel y continuada por Mariano Martínez Rojas que, luego de prometer el relanzamiento del producto y el saldo de la deuda por salarios, decidió interrumpir intempestivamente la impresión alegando pasivos ocultos con la imprenta. Fue allí cuando los trabajadores decidieron, en forma defensiva, permanecer en las instalaciones del diario para custodiar el lugar y los instrumentos de trabajo. En definitiva, claro, para preservar sus fuentes de trabajo. La necesidad de comunicar día a día el desarrollo del conflicto llevó al nacimiento inmediato de Por Más Tiempo que ya lleva 32 ediciones consecutivas que, además de la narración en tiempo real del proceso de vaciamiento fue el soporte de varias notas que sirvieron, de paso, para mantener el músculo periodístico en funcionamiento. Allí también se dejó registro de las permanentes donaciones en dinero y en mercadería que aportaron organizaciones sociales, referentes políticos, diputados y compañeros del gremio de prensa a través de colectas y campañas solidarias. Pero el 26 de febrero, la asamblea de Tiempo Argentino, empujada por la necesidad de responder al lock out patronal y de darle vida a este diario que llegó a las calles durante 6 años, decidió elaborar una edición de Tiempo Argentino que, el 29 de febrero, fue subida a los soportes web oficiales, tanto en formato PDF como en plataforma Web y hasta en Facebook. El impacto fue extraordinario. Por un lado, fue un instrumento efectivo para poner de relieve la política de lock out de la patronal y, por el otro, para reestablecer el vínculo con los lectores y la opinión pública en general. Pero además, sirvió también para reforzar la organización interna del diario y canalizar en forma explosiva la necesidad de hacer periodismo de los trabajadores de Tiempo. La redacción, aquel domingo 28, tuvo asistencia perfecta y el diario, que estaba planificado en 40 páginas, terminó siendo una edición de más de 70. Sin embargo, a pesar del enorme esfuerzo, los responsables políticos y empresariales no acusaron recibo y, luego de la gran movilización del 3 de marzo, las dilaciones y ausencias continuaron. Los trabajadores concluyeron que era hora de reforzar el fondo de lucha y su propio bolsillo utilizando los recursos disponibles y a partir de lo que más saben hacer: periodismo. Así, a la importancia de dar esa batalla en la opinión pública acerca de quiénes son los responsables de la posible desaparición de un medio, se sumó la idea de que, la salida de un nuevo número de Tiempo Argentino, pautada para el próximo martes, también sirva para recaudar fondos a través de solicitadas o avisos de organizaciones políticas, sindicales, de derechos humanos, estudiantiles y sociales. Además ,claro, del aporte que pudieran realizar fundaciones vinculadas a empresas privadas. Los trabajadores, en su asamblea, dejaron claro que, esta iniciativa no va en desmedro de la continuidad de la lucha para que los responsables del desfalco, Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Mariano Martínez Rojas, paguen lo que deben y garanticen la preservación de los puestos de trabajo. Tampoco de la lucha orientada hacia el poder político para que asuman la responsabilidad que les cabe a través del Ministerio de Trabajo en materia de Repro y multas a la patronal y de la Jefatura de Gabinete deudora millonaria del G23 en materia de pauta. Por el contrario, la salida de un nuevo número de Tiempo Argentino apunta a reforzar esa pelea para que sean los vaciadores quienes se vean obligados a capitalizar el diario en la medida en que los trabajadores siguen dando muestras de su amor por la profesión y su abnegada convicción de que tiene derecho a cobrar por el trabajo realizado. El lunes 14 sobre las 16:00, la redacción del diario, en Amenábar 23, volverá a latir como en los viejos tiempos, luchando, hermanados , pero haciendo periodismo que es el oficio que esos 205 trabajadores abrazaron desde hace años como forma para el sustento de sus familias. Será un día extraordinario puesto que, la fecha de salida, coincide con un debate bisagra en la política nacional como es el tratamiento por parte del Congreso del proyecto de ley para el acuerdo con los fondos buitre. Tiempo Argentino expresará, en plena libertad, las voces y opiniones de sus trabajadores en lucha. El primer desafío al Lock Out El viernes 26 de febrero la Asamblea de Tiempo Argentino resolvió sacar una edición en formato on line y en PDF del diario que ya hacía tres semanas que no se realizaba ni imprimía. El sentido de la medida había sido el de dejar en claro frente a la población quienes son los responsables de que Tiempo Argentino, luego de 6 años, no este más en la calle. El resultado superó las expectativas. La redacción, en plenitud, elaboró un diario de 72 páginas con notas de fondo de todas las secciones. Se difundió la carta de apoyo de Milagro Sala a los trabajadores de Tiempo, la estrategia oficial para desplazar a la jueza Fabiana Palmaghini del caso Nisman, la primer entrevisa a un medio gráfico que hubiera otorgado Federico Pinedo, las paritarias docentes y las 8 provincias que pararían al día siguiente, la cobertura de la fecha del campeonato local de la AFA, una entrevista a Dolores Solá en la sección de espectáculos y un largo etc. Una edición de lujo que tuvo un impacto extraordinario entre los lectores que superaron, largamente, las visitas promedio en soporte digital de la publicación. La edición del 29 de febrero, además, sirvió para reforzar la moral interna y la convicción acerca de las responsabilidades empresarias y estatales de la situación que viven los trabajadores. Ahora se prepara una segunda edición que además, buscará generar recursos para los trabajadores.

Gravísimo: por falta de pago patronal se cayó la cobertura de salud

Los trabajadores de Tiempo Argentino se enteraron que fueron dados de baja cuando Swiss Medical rechazó prestarle la atención médica a uno de ellos. Esta posibilidad ya había sido advertida por los delegados del diario ante el Ministerio de Trabajo, que mira para otro lado. Szpolski, Garfunkel y Martínez Rojas, responsables. El Estado debe intervenir Ingresó a la sede de Swiss Medical. Se acercó al mostrador y anunció que tenía turno con el médico con el que venía haciendo un tratamiento prolongado por una enfermedad crónica. Le entregó su carnet de afiliado a la prepaga a la empleada. Pero cuando se preparaba para caminar hacia el consultorio en el que lo atendía el médico, oyó la frase lapidaria: “Señor, no lo podemos atender porque lo han dado la baja”. Si bien esa situación era una posibilidad, se había negado a pensar que algún día de podía transformar en realidad. Al fin de cuentas, sus empleadores se habían comprometido incluso ante las autoridades del Ministerio de Trabajo a no dejar caer la cobertura de salud. Pero sucedió. Swiss Medial se negaba a darle la atención médica que necesitaba porque la empresa en la que trabaja, Balkbrug SA, que edita el diario Tiempo Argentino, no hace los aportes a la obra social. Esta historia sucedió ayer, viernes 11, y se podría multiplicar por varias veces, tantas como trabajadores de Tiempo Argentino busquen atenderse con médicos de Swiss Medical. Así, el vaciamiento del Grupo 23 y de Tiempo Argentino en particular ha dado un nuevo giro dramático. La caída de la cobertura médica sucede a pesar de las advertencias que realizaron los trabajadores del diario, tanto a las autoridades del Ministerio de Trabajo como a los de Jefatura de Gabinete, a quienes se les señaló que esa era una posibilidad concreta en la medida que la empresa había dejado de pagar los salarios y, por lo tanto, no depositaba ni los aportes de los trabajadores ni las contribuciones patronales. Este tema fue uno de los ejes de la audiencia que mantuvieron los delegados de los trabajadores de Tiempo con el supuesto comprador del diario, Mariano Martínez Rojas, el pasado 23 de febrero. La crónica escrita en Pormastiempo.com del día siguiente dice: “(Los delegados)También denunciaron ante el Ministerio la caída de las coberturas de las obras sociales por falta de pago de la firma y advirtieron al empresario que en pocas horas será denunciado penalmente por “abandono de persona”. En ese momento, Martínez realizó un nuevo compromiso: dijo que hoy resolverá la cobertura médica de los trabajadores de la empresa.” El compromiso de Martínez Rojas quedó asentado en el acta que se labró en la cartera laboral ese día. Como con los anteriores compromisos patronales, tanto de la dupla Sergio Szpolski-Matías Garfunkel, como de Martínez Rojas, este enésimo juramento tampoco se transformó en algo concreto. Por el contrario, en la última semana de febrero llovieron las comunicaciones de la prepaga OSDE en la que se avisó a los compañeros de Tiempo afiliados a esa empresa de medicina privada que la cobertura de salud se caería por falta de pago. Pormastiempo.com pudo saber que OSDE le reclama a Balkbrug una deuda vencida de $21.243,70 con cierre al 31 de enero y que puede ser pagada hasta el 31 de marzo. Se trata de un monto a todas luces menor frente al gasto que implica el mantenimiento de un diario y frente al sostenimiento de un servicio vital para los trabajadores como es el de la salud. Al analizar el estado de la cuenta de Balkbrug SA en OSDE salta a la vista la cantidad de cheques rechazados que recibió la prepaga. En el registro de noviembre del año pasado aparece uno por 27.000 pesos. En el de diciembre se informa nada menos que de seis cheques emitidos por Balkbrug y rechazados “por falta de fondos” al momento de ser presentado en la ventanilla del banco, según se explicó. El monto total de los cheques rechazados del último mes del año fue de $45.661,47. En enero de este año, OSDE no pudo depositar un único cheque de Balkbrug por valor de $5946,07. La dupla Szpolski-Garfunkel era la responsable de la empresa hasta ese momento. Esta danza de números por cheques rechazados sólo pone en evidencia la total falta de compromiso de los dueños de Balkbrug SA con la salud de sus trabajadores y el nulo control de la autoridad estatal en la materia. Según parece, una empresa puede dejar de pagar los aportes de obra social (o hacerlo con cheques sin fondos, que es lo mismo) y no sufrir ninguna consecuencia por ello. Ahora, con la decisión que tomó ayer Swiss Medical, la totalidad de los trabajadores de Tiempo se quedan sin cobertura de salud. Denuncia penal Los trabajadores de Tiempo Argentino enviaron esta semana cartas documento a los empresarios dueños de Balkbrug SA conminándolos al pago, entre otros, de las obras sociales y prepagas a fin de garantizar el servicio médico “bajo apercibimiento de accionar judicialmente para percibir las sumas adeudadas y denunciar las responsabilidades penales que correspondan por abandono de persona, en atención a la suspensión de asistencia médica y asistencial” (ver facsímil). Los trabajadores y sus asesores legales llegaron a la conclusión de que debían emitir esas cartas documento en un plazo perentorio a la luz de los compromisos incumplidos y el nulo accionar de las autoridades nacionales. Sin embargo, el hecho de que el gobierno nacional opte por mirar para otro lado no significa que pueda desentenderse del grave problema de salud que perjudica a los trabajadores de Tiempo. Por el contrario, deberá hacerse cargo de que este nuevo incumplimiento empresarios no continúe en desmedro de los trabajadores. « Una abogada en apuros Las cartas documento que enviaron los trabajadores de Tiempo Argentino por la falta de pago de las obras sociales y las prepagas de salud apuntan a la responsabilidad de los dueños conocidos y encubiertos y de los directores de Balkbrug SA. Una de las directoras que está sujeta a esta responsabilidad es la abogada María Luisa Paonessa, quien figura como directora titular electa en la asamblea general extraordinaria de los accionistas de Balkbrug, realizada el 22 de enero pasado. Paonessa es la letrada que ha representado los intereses de Mariano Martínez Rojas, el supuesto comprador de Tiempo Argentino, ante los trabajadores del diario. En el acta en la que figura la designación de Paonessa como directora titular de Balkbrug también se deja sentado que Martínez Rojas es designado presidente y director titular de Balkbrug SA, mientras que Juan Carlos Martínez Rojas y Marcelo Federico Cheme son designados como directores suplentes. La advertencia legal de los trabajadores del diario, en el sentido de que iniciarán acciones penales, no sólo alcanza a estos directivos actuales de Balkbrug SA, sino que también recae sobre los ejecutivos que dejaron sus lugares para que asumieran aquellos: se trata de Roberto Flores y María Miralles, que eran directores titulares de Balkbrug bajo el control de Szpolski-Garfunkel, y Jorge A. Giménez y Alicia Marcela Molina, ambos directores suplentes. También alcanza a los propios Szpolski y Garfunkel y al resto de los socios encubiertos de Balkbrug.

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