Muchos estúpidos se pueden reír al ver a un colega, sea quien sea, y piensen lo que piensen de él, dando lástima en cámaras porque no que queda otra que salir a dar la cara para pedir laburo. Otros podrán decir, "el caso del Daniel Santibañez", conocido por el público masivo por su personaje bizarro del "Notero Hot", en Crónica TV, no es ejemplificador de los cientos de despidos, abusos, precarizaciones, esas que se imponen mediante el eufemismo de las "multifunciones", "convergencias", o "retiros voluntarios". A esto se le suman los maltratos, los aprietes, la falta de libertad para ejercer la profesión y todo un conjunto de elementos que terminan en la indignidad más absoluta. Sin embargo, tenemos malas noticias para ustedes. Lo de este compañero, más allá del trasfondo que los clásicos programas de chismes quisieron imponerle vendiéndolo como un conventillo de la paloma, está totalmente conectado con los miles de puestos de trabajo que se están perdiendo o malogrando en casi todos los medios de comunicación masiva; grandes o chicos, oficialistas u opositores, estatales o paraestatales, y privados o públicos. Todos cortados por la misma tijera, y más allá de las diferencias que muestran para sus tribunas, con el mismo trato despectivo hacia sus empleados, a quienes consideran ya ni siquiera un número sino mierda descartable. Todos y cada uno de nosotros conoce varios casos de cumpas que ni siquiera tienen la posibilidad del Negro Daniel de salir a llorar la carta en un programa mediático y que han perdido la autoestima, las ganas de hacer, de vivir y disfrutar su profesión por culpa de estas hijaputeces que estamos dejando legitimar. El mercadeo de nuestro trabajo mezclado con la feria de la política y la "noticia" nos ha colocado en el papel de meros gacetilleros, chiveros berretas por necesidad, lameculos de patronales intolerantes y fachos que imponen el miedo y nos hacen creer que ser buenitos y serviles nos va a garantizar la "continuidad" laboral. Sólo vean cuantos personajes conocidos de nuestros rubro y cuantos desconocidos terminaron como Santibañez... pensando en hacer cualquier cosa para poder sobrevivir, para alimentar a sus familias, para no quedar frente a sus seres queridos como un fracasado. Para colmo de males muchos seguimos creyendo que el éxito se basa en tener mayor cantidad de horas de vuelo en cámaras, en espacios radiales, o firmando notas en diarios y revistas de "alta" tirada. Hemos creído que el hecho de que nos reconozca el kioskero y un par de viejas del barrio es ser "famoso". Así entregamos la vida a un medio laburando 24 horas al día y autoengañándonos de que estamos ganando muy bien, comparado con otros que hombrean bolsas en el puerto, y que tenemos que estar agradecidos a los Magnetto, Szpolski/Garfunkel, Fontevecchia, Moneta, Brito, Prisa, Vila/Manzano, Nosiglia/Cetrá, Telefónica, Cristóbal López, Hadad, De Martino/Suez, De Narváez, los Olmos, Electroingeniería, etc, por la "oportunidad que nos están brindando... de locos". Un Síndrome de Estocolmo peligrosísimo que nos está hundiendo, como dice el tango, "en el hondo bajo fondo donde el barro se subleva". No muchachos, estamos MFDT (Meando Fuera Del Tarro). Nos creímos estos cuentos, les dejamos nuestras organizaciones gremiales a los peores burócratas ya sus jefes patrones y funcionarios de gobierno, y lo peor... nos empezamos a sentir estrellas por vernos, escucharnos y leernos en esas empresas negreras y explotadoras... un complejo onanista y de egocentrismo que habrá que tratar con el psicólogo en algún momento. ¿Cómo se puede vivir más para el medio en el que se trabaja, por muy poca plata, y encima empezar a pensar como su línea editorial?... línea editorial que por otra parte es volátil a las necesidades de los dueños del negocio, hoy íntimamente vinculados a grupos económicos y políticos que sienten gran desprecio por quienes alguna ves quisimos ser periodistas. Nos dieron la tarjetita de débito y crédito, la "mejor" obra social, el telefonito, los viajecitos, los canjes, los remises y taxis, el aire, las fiestitas, las cajitas de fin de año, la posibilidad de codearnos con los "poderosos" coyunturales que saben que somos perritos falderos y sangucheros que entregamos el culo a todos y a todas por una mínima cuota de protagonismo. Somos capaces de predicar y defender cosas que van, no sólo contra nuestros propios intereses, sino contra nuestros propios semejantes de clase, familiares, amigos, conocidos, compañeros, etc. Como dice el axioma que ya no importa quien lo impuso, en vez de hacer periodismo somos una yunta de relacionistas públicos más cercanos a la estupidez que a la profesión. Muñecos serviciales y temerosos del poder de turno... ¿no cumpas?. Nosotros estamos para interrogar y exponer a esos poderes, para hablar de lo que ellos no quieren que hablemos, y no para salir a gacetillear sus mentiras moviendo la cola. Hacemos esta reflexión en el día de la madre, porque al menos algunas de las nuestras nos enseñaron que en la vida nos podía pasar de todo, pero que nunca teníamos que permitir que nos roben la dignidad, que nos usen, que nos denigren, que nos forreén, y menos que nos cambien... que nos conviertan en lo que no somos. Como les venimos diciendo, es infinita la cantidad de mails, tweets y mensajes por Facebook privados que estamos recepcionando todos los días. No estamos dando a vasto con semejante cantidad de conflictos, y lo más increíble es que muy pocos colegas los replican por el temor que les han impuesto, igual se dan una vuelta por aquí y al menos lo hacen correr de boca en boca... algo es algo!. No entendemos la "sobriedad" denunciadora de algunos blog, sitios, o medios alternativos pero nosotros, como ven en cada uno de nuestros posteos no estamos para eso... allá ellos. Por suerte no recibimos ni recibiremos pautas, subsidios ni sobres de nadie. Veníamos mostrándoles la cantidad de apretadas y amenazas que patrones de medios, sus abogados, o propios colegas, que se cruzaron del otro lado del escritorio nos hicieron, hacen y harán llegar. Nos hinchamos las pelotas, se terminó el secretismo. El que jode a un trabajador de prensa va escrachado acá con nombre y apellido. Hablen con Google, Gmail, y Blogger, todo lo mismo!, si nos quieren borrar del mapa. El problema es que hasta ahora no pudieron hacerlo porque todo lo que subimos y lo que no, es tan cierto como que la tierra gira alrededor del sol. Nosotros si chequeamos la información y guardamos las armas más peligrosas para los amenazadores si nos llegan a querer tocar, ya saben a quienes se los decimos ¿no?... do-cu-men-ta-ción legal!, no mitos, leyendas o rumores de pasillo eh!. Esa que después sin citar la fuente por cagazo, sale publicada por ahí. Porque resulta que a este blog no lo lee nadie, no existe, no tiene entidad, está desaparecido, y sin embargo saben lo que publicamos y no lo niegan casi nunca ¿que raro no?. El tema es que no somos improvisados!. Igual si algún día nos logran eliminar de este espacio en la web no nos vamos a poner a llorar... vamos a seguir peleándola desde donde sea y como sea. Con mails, nuevos sitios, colegas que trabajan con nosotros, comunicados, gacetillas, etc, etc. Saben que borrarnos del mapa es peor. No les va a ser tan fácil "pajaritos", diría Chávez. A ver si les queda claro chantas!. Lo que no queremos es que ningún otro compañero termine llorando en cámaras porque lo basurearon y lo dejaron en la calle por un capricho, un ajuste, una "reestructuración" o lo que sea... ¿está claro?. Piensen que las empresas para las que brindan servicio se cagan en ustedes y que llegado el caso no van a tener problemas en darle una patada en el culo para dejarlos como al Negro o a todos esos colegas que ustedes conocen. Nos tomamos el dia de nuestra viejas para reflexionar, pero tranquilos que mañana volvemos al ruedo con todo lo que nos están mandando. Mejor subirlo en la semana que es cuando el músculo no descansa...
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