En algún momento la avanzada kirchnerista a nivel mediático parecía imparable, ¿qué tiempos aquellos no?.... cuando el matrimonio Kirchner creyó que imitando las miserias del magnettismo y las coorporaciones que están detrás de su Grupo Clarín, iban a perpetuarse en el poder cometió el peor de los errores estratégicos que podía cometer. La "revolución" de la sanata tiene poco vuelo cuando se es igual a quien se dice enfrentar ¿o no?. Obviamente que la administración del santacruceño y su esposa acertó en avanzar contra los delitos de lesa humanidad y en favor de la instalación de nuevos derechos individuales. Pero lamentablemente los hechos demuestran que el abismo de "Don Héctor", diría Nietzsche, observó tan bien el interior de la propia oscuridad del matrimonio que increíblemente termina devorándolos de una manera, que hasta se podría decir es grotesca. Con todo el poder del Estado, Néstor y Cristina sintieron en algún momento que eran San Martín y Juana Azurduy, y que con la billetera hegemónica, que les permitió comprar toda clase de voluntades (burócratas, opositores, "periodistas", delincuentes disfrazados de empresarios, medios, operadores, etc, etc), se metían en el bolsillo a quienes los pusieron allí donde estuvieron, y atados con el alambre del arrugue de barrera permanente todavía se mantienen a fuerza de jugadas cada vez más contradictorias. El Oligopolio y sus satélites naturales: Mitre/Saguier, Fontevecchia, y por supuesto sus empleados de la oposición política junto a, entre otros, el aparato del pejotismo cavernícola de los intendentes malandras y los gobernadores feudales del choreo permanente no son enemigos para subestimar. Sus socias K tampoco, pero la actual coyuntura demuestra que la frase del CEO de la Noble tenía razón, la presidencia de un país, como este, y para nosotros de cualquier otro, es "un puesto menor". Los 11 años de kirchnerismo comprando casi todos los medios no dieron el resultado esperado, porque además dejaron más expuesta que nunca la estratagema errada del Gobierno. Tomen el tiempo para reveer completo el primer vídeo que subimos sobre aquella jornada en la que en un intento fallido, Gvirtz intentaba que 6,7,8 copiara un poquito la pantalla de TN, que más allá de tener a los peores operadores del ámbito nacional, siempre se permitió el lujo de invitar a sus contrincantes, para en lo posible escarmentarlos al aire. El problema fue que ese ex empleado de Magnetto, Diego Gvirtz, por si no lo recuerdan vean su etapa clarinista acá, se mandó la cagada del siglo poniendo a enfrentar a la gorila consumada, pero vieja zorra de corral, Beatriz Sarlo, a impresentables de la talla de Orlando Barone o Carlos Barragán, que para colmo de males arranca en el segmento que elegimos criticando a Samuel "Seguimos Ganando" Gelblung, quien hoy, desenmascarando más la berretada "ideológica" de estos muchachos, es empleado vip del kirchnerato vía el C5N de Cristóbal López. Ese día marcó que el mediatismo kash se cerrara en si mismo como nunca jamás y empezara a poner en el panel a papanatas fundamentalistas como Edgardo Mocca, Dante Palma, o Mariana Moyano, que no son más que émulos decepcionantes de Bonelli, Alfano, Nelson Castro, Van der Kooy, Moráles Solá o Blanck. El "Grupo" como en toda su existencia esperó, que es lo que mejor sabe hacer. Quienes trabajamos en este blog, adelantamos hace años y varias veces, que ambos poderes tuvieron siempre las suficientes posibilidades para eliminarse, si es que así lo hubieran querido, y nunca lo concretaron. Viejos conocedores del genio fiorentino de las miserias humanas, Nicolás Maquiavelo y su par talentoso y oriental Lao Tsé, ambas mafias saben que como en la política bipolar que alguna vez se dio en el mundo entre EE.UU. y Rusia, un ataque a muerte contra uno puede producir la contraofensiva que acabe con ambos. Por eso, esa batalla que los poderes que representa Clarín y el Ejecutivo se dieron y dan mediáticamente es para la tribuna... para nosotros, los boludos. La destrucción mutua nunca fue negocio, de ahí que el cuentagotas de la Ley de Medios, finalmente adaptada en favor de "El gran diario argentino", y la contraavanzada sobre Amado Boudou, ya en proceso de una licencia consensuada por estos "enemigos íntimos". La realidad de los hechos es lo que se viene, la continuidad de esta lucha de poderes, siempre sin llegar a destrozarse hasta el final sino en el transcurrir de una guerra controlada. Esa guerra controlada ahora tiene un nombre claro, Daniel "Szioli", el hombre que con fuerza, con voluntad y con optimismo reinstala de manera sutil y con el impulso del pistolero, Alejandro "Hess" Granados, el axioma "hay que meter bala". Porque "Los Ellos", como esos invasores del genial Oesterheld en El Eternauta, ya no tienen que usar uniformes ni alquilar chorros travestidos de políticos, ahí lo tienen a Mauricio, para joder a la mayoría y proteger los intereses de unos pocos que se enfrentan en secreto siempre sin exterminarse, pero sin tener pruritos ni escrúpulos para ir contra quienes por error u omisión les hacemos el caldo gordo. El segundo vídeo demuestra como empezó el espectáculo contra Boudou cuando el 678 semanal de Canal 13, nos referimos a Periodismo Para Todos, show conducido por el volátil Jorge Lanata quien transformó la "continuidad con cambios" en un programa de humor televisivo....
1 comentario:
Que cagada, cuando se vayan los K y sus amigos que se cagaron de robar van a entrar los antiK con unas ganas tan grandes de robar ya que no pudieron en la ultima decada...que no van a dejar ni un centavo!!!!!
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