miércoles, 20 de junio de 2012

Moyano, quiere concretar la gesta golpista que todavía no pudo realizar el macrimagnettismo, Biolcatti y la oposición cavernícola

El nuevo líder de la "oposición"

Está claro que el Gobierno, con esta "estrategia" de avanzar contra el siniestro camionero, que ahora pone en peligro la paz social del país, con los Gordos, con el quemador de urnas Barrionuevo, con el impresentable Antonio Caló, con el agente del Batallón 601, Gerardo Martínez, y otros burócratas más, está para el cachetazo, pero la verdad es que ahora Moyano se ha transformado en el principal cuco de Balcarce 50 y Cristina lo quiere frenar a como de lugar. En unas horas "el Negro" consigue generar la desestabilización que no pudo la Mesa de Enlace, Clarín, La Nación, toda la oposición junta y la mano de obra desocupada que sueña con la salida en helicóptero de la Presidenta. Lo increíble de todo esto, es que quien le dio al líder de la CGT el poder para parar el país cuando se le cante las pelotas fue Néstor Kirchner y su inexplicable alianza de poder, que reunió entre otras figuras incompatibles a las Madres de Plaza de Mayo, al cipayo empresariado "nacional", ideólogo de la matanza de Videla, Massera y Agosti, a estos sindicalistas millonarios, a mercenarios periodísticos de todas las ideologías, a un grupo importante de ex menemistas, duhaldistas, y hasta a operadores de inteligencia de la dictadura como Juanjo Alvarez, como verán, un rejunte inentendible que en algún momento iba a tener que estallar. El Hugo, como le dicen sus afiliados, logró que todo lo que tenga que ser transportado en el país vaya en camiones, dejarlo avanzar así fue como darle en mano el detonador de la bomba que está bajo el sillón de la Jefa de Estado. Después de haber jugado con el matrimonio presidencial a batallar en favor del campo "nacional y popular", Moyano vuelve a las fuentes y se muestra como es, un extorsionador que defiende su poder sin importar lo que nos ocurra a todos los argentinos. Un camionero de una de las refinerías bloqueadas por su hijo, Pablo, mostró por TN su recibo de sueldo de 10 mil pesos y se quejó de que por año le descuenten 1800 pesos por ganancias. Obvio que descontar ganancias a los trabajadores es una muestra de que el kirchnerismo no ha cambiado mucho los principios del Consenso de Washington, pero también es cierto que en la coyuntura económica del país, donde un laburante medio gana como mucho 3 mil pesos (ni hablemos de los que están fuera del sistema), parar todo el país por eso es de una imprudencia y una mezquindad absoluta. ¿Por qué Moyano, como líder de la Confederación General del Trabajo, no hizo lo mismo por el resto de los trabajadores que están ultra atrasadísimos en sus básicos, en comparación con el de cualquier chofer de camión o afiliado a su gremio. Lo que roza el vómito es ver como los burgueses en auto que salieron a la carrera a buscar nafta ante la advertencia mediatizada, justifican ahora el reclamo de quien hasta hace unos meses era un "negro ladrón", sólo porque ahora está en contra del Gobierno de CFK. Esto obviamente ocurre en el microclima de la fachimacrista Ciudad de Buenos Aires que sueña con camioneros aviadores que cuanto antes bombardeen la Plaza de Mayo. El error de Moyano es creer que los que ahora le tiran flores por los medios del grupo Clarín son el país, ese sector que está ofuscado porque no puede comprar dólares lo toma como bandera de lucha pero estamos seguros, lo llevará a la derrota. Lo triste es que si el camionero resiste podemos tener graves problemas, ni Moyano, ni Cristina, ni Magnetto, ni Biolcatti tienen para perder algo realmente importante. Nosotros, los deapie, tenemos mucho que perder si este país eclosiona una vez más por culpa de la luchas de estas logias poderosas que quieren robarnos el futuro.

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