Si hay algo en lo que nunca tendríamos que haber caído es en el silencio, ese que dejamos potenciar a la hora de defender nuestra labor, nuestro oficio y especialmente nuestros derechos como integrantes de la clase trabajadora... ¿cómo puede informar bien alguien que está atado al miedo?... miedo a quedarse afuera, a perder la palmadita del jefe en la redacción porque no reprodujo el discurso de quien manda, miedo a que le quiten el aire, la columna, el programita, la notita, el "espacio", el chivito, el sanguche de milanesa... ¿como puede ser objetivo el que se entrega a una cadena vertical de poder que interfiere con sus propios intereses y los de sus iguales?. Esa voluntad ajena de querernos convertir en soldados de cualquier hegemonía viene de tiempos inmemoriales, esto no es nuevo. En nuestro país, Clarín y La Nación fueron decanos en el arte siniestro de reclutar tipos que se conviertan, en base a generarles necesidad y dependencia, en patéticos defensores y reproductores de "lógicas" y "racionalidades" que respondían a intereses de una clase a la que no pertenecían. Es increíble, pero esos medios incrementaron su poder cultural, social, económico y político sobre las masas usando a personas que pertenecían a esas mismas masas. A muchos periodistas les hicieron creer que estar sentado mano a mano con el presidente de turno, los funcionarios de gobierno o algún potentado, era el paso previo a la gloria. Inclusive dejaron que algunos de esos ratones se convirtieran en jefes de sus compañeros. Les dieron poder para que se denigraran ante los suyos y ante sí mismos... acaso, quien conoce mejor las ambiciones de un pobre que otro pobre ¿no?. Así Morales Solá pasó a prohibirle a Caloi las tiras de Clemente en nombre del fallecido y enterrado multimillonario Roberto Noble. Así es como hoy TNbaum y Szlotowiazda salen a defender a 10 tipos de Barrio Norte que le rompen la cabeza a palos a sus propios colegas porque no los dejan comprar dólares. Así es como Lanata pasó de Página 12 a ser un ciervo del grupo al que alguna vez se enfrentó, cuando tenía algo de orgullo, y termina haciendo una denuncia porque no puede comprar moneda norteamericana.. ¿qué periodismo es ese?... la verdad, muy triste. Quien detenta el poder en nuestros medios, es un empleado del verdadero poder, seguramente un ex muerto de hambre que sabe como comprar lanatas, victor hugos, van der kooys, biasattis, barones, russos, alfanos, bonellis, o quien sea y de donde venga. De esa forma nos hemos hundido en este lodo, todos manoseaos, donde perdimos nuestra identidad y como dice el tango, pasamos algunas noches borrachos del brazo de quien no debemos pasar. Esta critica es para nosotros. No importa si trabajamos para las corporaciones opositoras, oficialista o incoloras. Tenemos que recuperar esa pasión por tratar de desvelar aquello que jode a nuestros amigos, a nuestras familias, a nuestros hermanos, a nuestros vecinos, y a nosotros mismos. Nadie pide que nos inmolemos en Plaza de Mayo, sólo que tengamos principios, ética y ganas de cambiar este panorama que se vislumbra ante nosotros. Ese en el que nos pagan poco, nos echan, nos basurean, nos carajean, nos vejan y hasta nos pegan unos caceroleros impunes, nos manda a romper la cabeza un intendente miserable del conurbano, o nos mea un delincuente como Szpolski, como Magnetto, como Hadad, como Fontevecchia, como Saguier, o como Ferreyra. Recuperemos nuestra conciencia de laburantes y tiremos todos para el mismo lado el carro de nuestra profesión... ojo! no estamos diciendo que tengamos que pensar todos lo mismo, decimos que nos respetemos en las diferencias y que coincidamos en saber de donde venimos y hacia donde vamos. Tener en claro nuestra pertenencia, nuestro origen colectivo nos ayuda a no perder la memoria. La idea de estos seres maléficos es que terminemos matándonos entre nosotros por un pancho y una Coca o que nos acaben encima unos viejos gorilas de La Recoleta. Hablando de gorilas, el homenajeado de este posteo fue uno de ellos... un día se dio cuenta que estaba meando fuera del tarro y dejó de creer el discurso de sus ancestros goriloides que quirían emular a la Europa y a la Norteamerica rica. Así pasó a analizar y a entender la realidad de las clases populares argentinas y sus adversarios históricos. Ahí se involucró y defendió una causa. Nadie es tan anacrónico como para pensar que hoy haya que tomar un fusil y salir a matar gente, por Dios!!. Hoy se puede discutir, se puede hacer política práctica desde cualquier puesto de trabajo, se puede tomar posición, y se puede poner el voto en quien se tenga confianza. Allí reside nuestra fuerza, en la posibilidad de batallar sin armas, en la de tener argumentos inteligentes para convalidar o para rebatir una idea. Nosotros no podemos ser emisarios de quienes pretenden, desde cualquier interés, poner a nuestra gente al borde de otro 2001. Tengamos responsabilidad y valentía para enfrentar la etapa que se viene. Dejemos el "permanecer y transcurrir", como diría Eladia Blázquez, y salgamos a ser protagonistas de la historia como lo fue el gran Rodolfo Walsh. Nadie les impide que tengan como referentes a Magdalena Ruíz Guiñazú, Nelson Castro o Leuco, pero eso sí, en algún momento se van a sentir estafados y traicionados por ustedes mismos.
Los invitamos a ver este documental, que aunque fue hecho por el impresentable Román Letjman, tiene el suficiente valor histórico como para que recuperen la mística de este trabajo que el destino nos puso en el camino. Que lo disfruten y el Notero los abraza en este día glorioso y los espera en donde fueron golpeados algunos colegas que desarrollaban su tarea en Callao y Santa Fé. No falten, estaremos ahí a partir de las 13 hs.!!
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