La semana pasada Hugo Moyano convocó por televisión a un paro nacional de Camioneros y a una movilización a Plaza de Mayo. Ambas medidas se tomarán mañana miércoles. Somos trabajadores de prensa y no podemos dejar de observar una contradicción que nos toca de cerca: Moyano llamó al paro desde un edificio en donde se reprime la actividad sindical: los estudios del canal Todo Noticias. Curioso que un secretario general de la CGT no advierta esto. Hace quince días, Ricardo Junghans, delegado despedido por Canal 13/TN, señales del Grupo Clarín, no pudo ingresar a su lugar de trabajo. La empresa, como de costumbre, desoyó un fallo de la Justicia para su reincorporación y le impidió la entrada. A quienes luchamos para que la libertad sindical exista en todos los medios de comunicación no nos parece menor el hecho. Nuestra idea de sindicalismo, además, es muy distinta: las medidas no se definen en un estudio de televisión sino en una asamblea de base. Dejamos en claro que repudiamos que una protesta social sea judicializada. Y que acordamos con los reclamos. El gremio de prensa también sufre el denominado Impuesto a las Ganancias, que en realidad es un impuesto al salario. También creemos que el tope para recibir la asignación familiar es bajo, lo que discrimina a muchos trabajadores. Sin embargo, como conocemos la realidad de nuestros compañeros, sabemos que hay reivindicaciones muy anteriores por las que luchar. Somos un gremio con un ejército de trabajadores precarizados -los colaboradores- que no pueden cubrir ni el salario mínimo actual, como lo demostró la última encuesta del CTP. En la mayoría de los medios, además, no se cumple el Estatuto ni el Convenio, y en algunos casos ni siquiera se respeta el derecho a agremiarse. A ello se agregan los despidos por los caprichos de empresarios aventureros. No marchamos con los patrones del campo. No marchamos con el cómplice de la explotación de los trabajadores rurales, Gerónimo Venegas. No marchamos con los burócratas que entregaron a los trabajadores durante el menemismo. No olvidamos que sus lógicas de construcción gremial llevaron al asesinato de Mariano Ferreyra. Los denunciamos y esperamos que en el juicio que comienza el 6 de agosto haya castigo para los responsables materiales y políticos del crimen. Respetamos a los compañeros que se suman genuinamente a la movilización. Aunque sabemos que los reclamos de Moyano esconden una lucha por el poder. Que no queden dudas: vamos a estar en la calle cada vez que sea necesario, como estuvimos siempre para defender nuestros derechos y reivindicaciones. Pero nos oponemos a que se utilicen compañeros trabajadores como prenda de cambio en una pelea política.
martes, 26 de junio de 2012
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