Vuelve el pasado inexorable para Ernestina y Magnetto

Mientras Lupita (Guadalupe Noble) se presentó como candidata a Diputada Nacional por la Democracia Cristiana el 28 de junio pasado, el ex dueño de La Razón volvió a poner en aprietos a la vieja heredera de Clarín. La mujer de la foto es la hija que el viejo Roberto Noble adoptó cuando se corría la bola de que sus gustos en materia sexual se inclinaban hacia el lado de los panchos. Un amigo le ofreció a su propia ex esposa e hija para que cambiara su imagen pública. El tipo, un amigazo, aseguró con ese matrimonio y adopción el destino de la familia completa y para toda la posteridad. Cuando apareció La Marinerita Ernestina la cosa se complicó. Para la ambiciosa muchacha, Lupita era un escollo difícil, pero gracias a la astucia de Rogelio Frigerio y el tristemente célebre Héctor Magnetto la cosa cambió. Casi en su lecho de muerte el trio mefistofélico le hizo firmar al anciano un testamento escandaloso. Todos los bienes de verdadero peso, como el diario, quedaban en manos de la viuda negra, y a la pobre de Guadalupe le tocaba una porción interesante de efectivo, campos y propiedades. Una linda manera de sacarla del "medio". Más allá de toda esta historia de novela, la adopción de la niña y el matrimonio, luego concluido en divorcio, fue legal. Lo increíble es el guión siniestro que la triada empezó a escribir desde el mismo entierro en la Recoleta del viejo millonario facho. Todo bajo la más absoluta ilegalidad. Ernestina adquirió a sus dos "hijastros" gracias a las buenas artes del dictador Videla y su "amigo" Magnetto. Los hijos de desaparecidos fueron bautizados con el apellido de un magnate nefasto que había muerto hacía 15 años, de no creer!

Aún, en la hipócrita sociedad argentina esta salvajada se trata de obviar y como una pesadilla orwelliana se sigue haciendo las veces de que todo está bien. Se continía la farsa según la cual Clarín es el gran diario argentino y todas sus "figuras" pertenecen al periodismo independiente. ¿Será que estamos todos locos?. Esto es lo que en las últimas horas publicó al respecto Crítica de la Argentina, el único medio que sigue el tema, no por altruismo, sino por una serie de intereses encontrados con el multimedios.