Quién es Scoccimarro, el último vocero de Kirchner

El hombre trepó no hace mucho hasta la Subsecretaria de Medios, de todos modos sigue siendo "la voz" de Néstor, todos lo comprobaron cuando administró la pequeña conferencia de prensa que el ex presidente dio la noche del 28 luego de la derrota. Decimos último vocero, porque a este muchacho, como a tantos otros, no le quedará otro destino que seguir en el barco hasta el final, no es una cuestión de lealtad sino de espanto.

A este tipo lo llaman "Corcho" desde las épocas de estudiante secundario, es formoseño pero se crió en el barrio de Belgrano. Pasó por todas las que se puedan imaginar, fue candidato para el centro de estudiantes en el Círculo de la Prensa donde estudiaba, por Franja Morada. Inclusive adhería a los "principios" de la temible Coordinadora que regenteaba el siniestro Coti Nosiglia. Colaboró con el menemismo y el cavallismo. En aquellos años locos, Alfredo conducía un programa en ATC llamado "La Tapa", junto al facho irreversible de Carlos Kikuchi, hoy compañero de ciclo del impresentable Cherashny. En el menemato todos estos fariseos conformaban una gran familia.

Con el paso del tiempo nuestro "héroe" llegó a la agencia de noticias Reuters como jefe de economía, el mismo cargo que tuvo en DyN. Nadie lo recuerda con cariño por allí. Fue vocero del Secretario de Transporte de aquél entonces, Armando Canosa. Scoccimaro era un menemista liberal de la "primera hora". Hizo muchos programas radiales bancados por empresas del rubro que transaban con él, tipo Transporte Plaza y TBA. Junto a Jorge Molina, hombre del Grupo Marsans al que después echaron de Aerolíneas por directiva de su futuro jefe De Vido, fundaron una consultora que funcionaba en Lavalle al 800, en unas oficinas que les habían prestado los hermanos Cirigliano (dueños de Plaza y TBA). La misma cayó en desgracia y así fue que la carpeta del proyecto de prensa que le quedó le sirvió para entrar a laburar al ONABE. Ahí es cuando empieza a pasar al frente, vocero del Ministro de Planificación, influencias, poder, y luego la gloria junto a Kirchner, que lo termina poniendo como un virtual interventor de Enrique "Pepe" Albistur en la Secretaría de Medios.

Este señor de múltiples lealtades, diría el cínico de Asís, que durante casi toda su cercanía al poder ninguneo a sus ex colegas, es decir a nosotros, es quien pretende ahora reconstruir el tejido comunicativo entre el matrimonio presidencial, los medios y su ex electorado. Desde aquí nos permitimos dudarlo...