Sinceramente lo de Carrió jefa de la oposición es una extraña treta del destino argentino, sin embargo, la abogada tuvo un par de respuestas contundentes a periodístas argentinos que le propusieron sentarse a negociar con el gobierno: El primero fue el encumbrado Joaquín Morales Solá que le preguntó: ¿Usted se sentaría a tomar un café con el presidente?, a lo que Lilita, ni lerda ni peresoza, respondió: "discúlpeme, pero yo no tomo café con presidentes, nuestra diferencias se dirimen en el ámbito institucional y político". El segundo "conciliador" pretendió ser Luís Majul, quien le hechó en cara el no llamado a la presidenta electa. Carrió se despachó así: " yo no hago llamadas de felicitación, mis dirigentes estarán dispuestos a asistir a cualquier reunión oficial, pero yo me manejo sólo en el marco de las instituciones. Tomá!!. Es probable que la abogada tarde o temprano acabe por negociar con Dios y con el Diablo, como hizo siempre, pero ¿que actriz descollante se ha perdido Hollywood? ¿no?.
domingo, 4 de noviembre de 2007
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