Sí el nuevo presidente del directorio que maneja los destinos del Sistema Nacional de medios pretendía atemorizar, puedo asegurarles que ya lo consiguió. Después del raje de varios programas de Canal 7 (terminan en diciembre), con sus respectivas producciones, y sin mediar explicaciones, más que un tibio "no me gusta", comenzó el terror en Radio Nacional. Claro, la primera medida de la administración que conduce Eduardo García Caffi (subalterno de López) fue poner mayor seguridad en el edificio y ahora despedir al director de FM Clásica, con auditoría y todo. Ahora comenzaron los rigurosos controles horarios al personal y por supuesto, el control de las faltas. Qué tendrá planeado el ex aliancista, ahora devenido kristinista. Parece que la orden es achicar costos y hechar gente ingresada por las anteriores jefaturas (la de Lufrano, que sigue sólo como directora periodística en el Siete y Mona Moncalvillo en la 870). Se vienen tiempos duros para el canal y la radio pública.
lunes, 5 de noviembre de 2007
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