Un mediodía, en que el Noterodeapie estaba cubriendo un acto protocolar en Casa de Gobierno con el presidente como figura central, intentó averiguar bien de qué iba la cosa, ya que todo había arrancado y no encontraba a nadie de prensa para informarse. Antes, sintió la necesidad inminente de ir al baño, corrida de por medio, llegó al mingitorio y notó que al lado orinaba absorto mientras miraba el techo, Roberto Disandro, decáno de los periodístas destacados en la rosada. Salvado!! pensó el notero. Entonces lo inquirió -Roberto, ¿qué está pasando acá? ¿de qué se trata?. A lo que el patriarca respondió sereno -Lo de siempre pibe, lo de siempre- guardo el arma y salió solemne, tipo naah.
viernes, 2 de noviembre de 2007
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