viernes, 20 de julio de 2007

ALBERTO PIERRI, EL GRAN AMBIENTALISTA

Se conocieron días atrás los resultados que confirmaron las denuncias sobre contaminación que pesaban desde hace tiempo contra la papelera que es propiedad del ex Presidente de la Cámara de Diputados de La Nación, Alberto Pierri. La planta está ubicada en el departamento de Lules, Provincia de Tucumán. El estudio fue realizado por expertos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y no dejó dudas al respecto. La Pastera contamina cinco veces más de lo tolerado, desechando efluentes sin tratamiento sobre el arroyo Calimayo que desemboca en el Río Colorado y pone en peligro especies y cultivos, así como también a toda la población. Todo quedaría aquí si no fuera porque el NOTERODEAPIE dio accidentalmente con un testigo presencial de la escena, quizás más felinesca, y/o dantesca, de toda esta novela. Una vez iniciadas las denuncias que pusieron a dos directivos de la Papelera Tucumán en situación de procesados, Pierri intentó iniciar una campaña, a través del Canal 26 (que también le pertenece), para limpiar la imagen de la más preciada joya de su grupo. Encomendó entonces la ejecución de una serie de informes televisivos para reflejar las bondades de los métodos de producción de su pastera. Dichos informes estarían bajo su más absoluta y estricta supervisión. Fue así que nuestro testigo amigo, se encontró en esa provincia entre el grupo que comandaba el ex menemista junto a una serie de ingenieros y empleados. Recorrió así las instalaciones para concretar la tan ansiada puesta en escena. En primer término transitaron por la planta haciendo tomas generales, guiadas siempre por el empresario, hasta llegar a la orilla del arroyo Calimayo donde se detuvieron para escuchar atentamente las últimas directivas del jefe, quien ante la mirada de sorpresa de la reducida audiencia, extrajo de entre sus ropas un vaso de vidrio. Palabra más, palabras menos el nuevo Spielberg Criollo ordenó al camarógrafo con tono castrense lo siguiente: -Haga una panorámica de la planta, recorra el arroyo; su orilla, y deténgase aquí (señalando a uno de los presentes) para que el ingeniero saque un poco de agua en este vaso y tome un sorbo. El ingeniero acusó la frase pero se adelantó antes de que ella terminara: -Mire Alberto, discúlpeme pero yo no voy a tomar nada! Sin preocuparse demasiado el papelero señaló entonces a otro y le dijo: -Entonces lo va a hacer usted…. -Nooo!, disculpe pero yo no ando bien del estómago, obtuvo por respuesta. Uno de los que estaba en el grupo se ofreció entonces a hacerlo mientras otro se adelantaba y proponía: -Alberto, ¿Qué le parece si ponemos unos patos en el agua para hacer las tomas? Pierri no dudó y preguntó cuánto tardarían en conseguirlos. Recibió como respuesta que en veinte minutos los patitos estarían nadando allí sin problemas.

Ya quisiera el NOTERODEAPIE que ésta fuera una fábula, pero lo cierto es que días después de escuchar la historia, en las pantallas del Canal 26 se emitía un informe especial sobre la Papelera Tucumán y las bondades de producir papel como si fuera un proceso dirigido por Greenpeace. Nada es casualidad, tampoco la noticia que se dio antes del denominado informe; con imágenes de un corte de ruta en Gualeguaychú por el tema Botnia, se titulaba con muy poca sutileza: "Sigue el circo en Gualeguaychú". Solidaridad empresaria tal vez?. Con el ingreso del Jefe de gabinete Alberto Fernández a Papel Prensa, queda demostrado que el sueño de los Alberto es controlar el monopolio del papel en la Argentina con todo lo que ello implica.

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