sábado, 11 de julio de 2015

El carnerismo K, antiK, o de donde venga empieza a ser repudiado por todos los Trabajadores de Prensa


No hace falta que volvamos a decir que es "ley" que la "solidaridad empresaria", y de clase, diría el viejo Marx, hace que los medios de in-comunicación y tegiversación permanente no publiquen los conflictos que tienen en sus empresas con los trabajadores de prensa. La guerra de intereses pecuniarios entre ellos mismos, sean privados, paraprivados, estatales o paraestatales, los fue llevando de a poco a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. En los últimos tiempos, y gracias a este proceso de recuperación de la conciencia trabajadora por parte de los nuevos laburantes de este oficio y los pocos buenos entre los veteranos que nos dejaron los milícos asesinos y sus jefes del poder, los propios compañeros empiezan a impulsar desde sus lugares de trabajo las denuncias que involucran las injusticias que las patronales llevan adelante contra el todos nosotros. Obviamente que muchos hemos caído en la trampa de creer que lo que decimos o pensamos tiene que coincidir la línea editorial de quienes están por encima nuestro en las redacciones y oficinas de medios escritos, radiales y televisivos. Así fue como huérfanos, nos convirtieron en gacetilleros de sus mentiras en un circulo vicioso que empieza a generar su propia insurgencia. Cuesta, pero nos vamos dando cuenta que si cagan al de al lado mañana vienen por nosotros y después por todos. Aunque todavía hay importantes resabios de mezquindad, individualismo, mezquindad, envidia, avaricias, etc, las cosas empiezan a cambiar. Lamentablemente, esta celebrada "rebelión en la granja" tiene que ir inevitablemente contra los factótum de todas estas mierdas, pero también contra quienes las promueven volviéndose cómplices de ellas. Algunas veces por cuestiones personales (guita, exposición mediática, promesas de fama, egos, etc) o porque fueron formateados bajo la legitimación de esas inequidades. Este blog existe desde julio de 2007 y siempre fue tema de discusión de los que participamos de él y de los que se van sumando, si debemos o no escrachar a los denominados "carneros". Esos que por nada, o por mucho, rompen huelgas, entregan a sus pares, buchonean, hacen arreglos personales con quienes los garcan, se llaman a silencio, juegan a la indiferencia y otras mierdas más que van contra todos y cada uno, aunque no parezca. En base a que llegamos a la conclusión de que como dice León Gieco "un traidor puede más que unos cuantos", decidimos dejar de ser indulgentes con esta clase de tipos que destruyen en cinco minutos, y con una felonía barata, años de avances en la defensa de los derechos que nos asisten. Los desleales son tentaculitos de ese cuerpo de dominación que pretenden imponernos, son soldados del sistema de desigualdad, engaños y opresión. En definitiva tampoco los vamos a dejar pasar, sean de Clarín, La Nación, Perfil, El Cronista, o Tiempo "Argelino", Página 12, Miradas al Sur  y cualquiera de los grupos que los administran en detrimento de quienes queremos hacer periodismo de verdad y de la sociedad de la que formamos parte y que también tiene derecho a no ser estafada sistemáticamente por un holding de chorros que quieren que cada vez haya más pobres y menos privilegiados como ellos. Se terminó muchachos!, como decían el Evita y el General, el enemigo interno, ese que espera agazapado el momento de pegarnos el zarpazo es más peligroso que el externo. Es como tener en casa, entre nuestra familia a quien nos va poniendo todos los día en la comida un poquito de veneno hasta exterminarnos. Ese operador del enemigo que duerme en nuestra cama o ronda en nuestra cocina tiene acceso a lo que un ajeno no, y es por eso que potencialmente mucho más más nocivo que cualquiera. Ello no tienen piedad a la hora de entregarnos a las garras del déspota, por qué vamos a tenerla nosotros... ¿o acaso vamos a hacer el papel de pelotudos toda la vida?. La injustificables justificaciones de los carneros de nuestros compañeros de Radio Nacional, como verán no tienen escrúpulos, se "defienden" diciendo que antes que la lucha de los trabajadores están los intereses del poder de turno, ahora denominado "Proyecto" o "Modelo". Eso no es periodismo queridos!. El propio Néstor, al que más de uno de ustedes pasaron de criticar a adorar por cuestiones que están muy claras, decía que los jóvenes debían cuestionar siempre al poder, provenga de quien provenga, correrlo por izquierda. Nosotros como jovenes periodistas vamos a hacerle caso, ustedes sigan jugando a hacerse los revolucionarios y quedense con las abultadas cuentas sueldos del banco Itaú. La historia ya los está juzgando. Ese argumendo absurdo de que quienes los criticamos por semejante contradicción somo gorilas de la Corpo, del establishment capitalista, del que ustedes gozan todos sus beneficios, no tiene sustento. Cuando mandamos en cana a gerentes, jefes y carneros de los "porongas" nos importa tres carajos si son o responden a La Radio y TV Pública o al antiobrero Grupo Clarín. Revisen tres o cuatro posteos del sitio y se van a dar cuenta que desde acá soñamos con que una mañana vuelva una redacción que tenga a hombres y mujeres comprometidos de verdad, esos que eran coherentes entre lo que decían y hacían. A ustedes se les ven los hilos chicos, son chirolitas de quien les garpe. Con googlearlos cinco minutos a todo el mundo le queda claro que Cynthia García o Brienza, han caído en su propia trampa seissieteochista. Están igual que el "Gato" Sylvestre, Zlotogwiazda o Ernesto TNbaum. Lean a la "voz política" del "modelo de inclusión" de ricos y famosos, menemistas como Scioli, el militante castrista "Hernancito", cuando desde la opositora Revista Noticias del despedidor serial de laburantes de prensa, mataba a los Kirchner. O Cynthi hacía lo que ahora ¿cuestiona?, y que mostró otro panqueque irreversible como Jorge Lanada acá. Además García, toda esa sanata inverosímil de que grabaron un programa a pedido de la clarinista Seoane para colaborar con la radio al otro día deja en claro la mediocridad de sus posibilidades, y otra cosa, la mala leche de querer mezclar a la Comisión Interna de esa radio que de la perversa y burócrata UTPBA camañofagalista sólo usa el sello para no quedar desamparada mientras es parte fundacional del nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), donde Carlos Saglul, delegado del la señal, participa de la conducción, así que no mienta o informese!. Decir que el hecho de que eso fuera a salir al aire al otro día cuando se había declarado un paro no es carnerear, es tan miserable como las calumnias de Joaquín Morales Solá, la Guiñazó o Nelson Castro. Los sofismas tienen patas más cortas que las mentiras y ahora es tarde, digan lo que digan, ya todos sabemos quienes son ustedes y otros tantos felones.  

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