miércoles, 10 de junio de 2015

Los Mitre/Saguier siguen con el Terrorismo laboral en La Nación, ahora sancionan delegada

Los nefastos Mitre/Saguier se quieren cargar a la Delegada Irene Haimovichi, de acaaaaá!!!

Gracias a la lucha entre la alta burguesía magnettista y kirchnerista el ciudadano común pudo enterarse mejor lo que por ahí sabía de oído, que el nefasto Grupo Clarín, de los Noble & Company, y el gorila diario La Nación, de los Mitre/Saguier arrastran una historia sangrienta detrás de la maléfica posesión de Papel Prensa (vean esta síntesis). De aquellos años hasta ahora y con la llegada de la democracia se detuvo el Terrorismo de Estado, aunque sigue camuflado a través de la Violencia Institucional, pero si prosiguieron los vicios en el mundillo de las empresas de medios con ese Terrorismo Laboral que abrió casi sin resistencias la Caja de Pándora del Terrorismo Mediático, una resultante inevitable. Este proceso es la madre del borrego de nuestras desgracias actuales, oligopolios oficialistas u opositores que pueden variar según quien tenga la billetera para comprarlos mediante compra, "alquiler" o pauta oficial y privada. Nada de cuestiones ideológicas, convicciones, militancias épicas, morales o humanistas... only business muchachos... business!. Desde antes, pero principalmente con el genocida Proceso de des-Organización ¿Nacional? el sistema de holding dedicados a la "comunicación" nos convirtió de periodistas a gacetilleros, voceros, operadores, entretenedores pasatistas o mercenarios de esa mercancia carísima a la que mal seguimos llamando "información", pero que claro, no lo es desde hace rato porque acarrea implícita y oculta un interés sectorial, de clase, de grupos económicos opresivos... es decir de quienes digitan el poder verdadero por sobre las masas. Así primero la Triple A de "Lopecito" Rega, y luego Videla, Massera y Agosti hicieron el trabajo sucio a estas logias minoritarias pero muy fuertes que se siguen quedando con la mayoría de la riqueza que generamos todos nosotros, los que laburamos, y que lamentablemente hemos hecho "nuestro" su discurso. Después de asesinar a 30 mil compañeros pensantes y que de verdad querían cambiar este sistema de cosas injusto se pasó del "algo habrá hecho", cuando alguna o varias personas desaparecían, a "y bueno son las reglas del juego, la empresa tiene la potestad de hacer lo que quiere, tomarte o no tomarte, si pretende precarizarte te precariza, si se le da por negrearte y explotarte, te negrea y explota, y si se le canta las pelotas y le vienen ganas de rajarte, te raja como un perro a la calle y punto". Ergo: no tenemos derecho a defender absolutamente ninguno de nuestros derechos, las cosas estarían dadas así por un inventado "orden natural". Algo que intelectuales como Gramsci definieron muy claramente como "Hegemonía", es decir un grupo reducido pero más poderoso que el resto (la mayoría), impone su "sentido común" legitimando un discurso que le es favorable y que naturaliza sus privilegios en detrimento de todo el resto. El multimedios Clarín todos los días da muestras de eso precarizando cada vez más a sus empleados y manteniéndolos bajo un estricto minisestado parapolicial que controla y fomenta el miedo a través de un perverso sistema de "premios y castigos". Sus primos de La Nación hacen exactamente lo mismo, ya en el 2008 inició su mecanismo de ajuste mediante despidos encubiertos, esos mal llamados "Retiros Voluntarios" que se imponen también en base a presiones y generar temor: "o agarran esta guita y se van o hacen juicio y esperan cinco años para cobrar algo"... una mentira atroz porque por suerte la Justicia Laboral de este país, más allá de todas sus fallas, todavía mantiene un sistema de condenas que es favorable al trabajador... esperemos que se mantenga. Es una de las pocas cosas que nos ha quedado. Así fue como los Mitre/Saguier se sacaron de encima 100 laburantes, luego 31 más, entre ellas mujeres embarazadas, compañeros con discapacidades permanentes, y potenciaron la persecución a la actividad gremial y el desarrollo de la actividad en general. El conflicto y la lucha continuó, después pasó esto otro y así todo se fue intensificando. Luego vino una importante mudanza y como en el resto de las "empresas" llegaron las "Multifunciones", las "Convergencias" y las "Nuevas Tecnologías", todos eufemismos de precarización, achique de planta laboral, violación de estatutos, convenios, y toda legislación del trabajo. La última opereta para seguir con este mecanismo macabro fue "poner al tanto" a los cumpas del matutino sobre lo que se venía en materia de, como denominan ellos, "planes estratégicos"... sanata para justificar más ajustes camuflados de avances tecnológicos y de "desarrollo". La única delegada de la redacción, Irene Haimovichi, a quien en más de una oportunidad hemos criticado por errores sobre cuestiones que hacen a la voluntad de recuperar una fuerza gremial contundente para evitar cosas como estas, hizo, nobleza obliga, lo que tenía que hacer, comunicar a sus representados lo que consideraba negativo sobre dichos anuncios patronales. Porque separemos las aguas muchachos y hagamos esta digresión, en este blog podemos tener que hacer cosas que no nos gustan, como intentar pararle el carro a cumpas que se equivocan y operan en contra del interés colectivo por diversas causas que podríamos enumerar hasta mañana (miedo, necesidad, avaricia, individualismo, etc), pero nunca perdemos de vista al enemigo verdadero, que son los patrones explotadores. El resto lo dirimiremos acá, nos putearemos, nos recagaremos a pedo, y si es necesario, y si sirve hasta nos escracharemos... como ha pasado... ¿pero saben qué?....si sirve para ordenar la tropa bienvenido sea. Hasta ahora por más criticas o no que recibamos las cosas van hacia buen puerto. Y errar podemos errarla todos, somos humanos, mientras no haya una insalvable mala leche de esa que se pasa de verdad del otro lado del mostrador, todo es discutible si mantenemos lo importante, que es después de todo, retomar el curso del mismo río siempre juntos, más allá de las pequeñas disidencias que podamos tener. Hay que dejar de lado los egos, los intereses personales (o de grupitos), las mezquindades al pedo, las ambiciones fantasiosas, etc, etc, y volver a la fuente, recuperar nuestra conciencia de trabajadores y oponer resistencia a todas estas mierdas que nos han copado la banca. Por eso antes que defender a alguien por amiguismo, corporativismo, o por cuestiones personales, lo que vamos a pelear a rajatabla es que nuestros delegados, si hacen las cosas como tienen que hacerse, tengan todo el respaldo que se merecen desde este sitio que regenteamos con nuestro tiempo cada vez más compañeros de lucha, y que esperamos siga sumando. Por eso volviendo a la delegada de La Nación a la que hoy bancamos a muerte, tenemos que contarles que después de cumplir con su tarea recibió por parte de los dueños gorilas y delincuenciales del diario una "sanción disciplinaria" que hizo efectiva el oscuro abogado Pablo Andrés Devoto, de quien ya les contaremos varias historias que les van a encantar, igual que las de su cómplice en esta miserias, el "doctor" Pedro Echeverry, otro facineroso disfrazado de "jurisconsulto". Acá les dejamos el informe con especificaciones que nos enviaron los colegas de La Gremial de Prensa" y la "Carta Documento" mafiosa de esta banda de malhechores que vayan enterándose... no nos asustan más, Videla se les murió y en la cárcel ¿entendieron?. Ahí va:

La Gremial: El lunes 8 de junio, significativamente un día después del Día del Periodista y del Trabajador de Prensa, nuestra compañera Irene Haimovichi –delegada de prensa desde hace una década, trabajadora de prensa desde hace más treinta años y militante de toda la vida– recibió una carta documento enviada por su empleadora, S.A. La Nación, que la notificaba de una sanción disciplinaria grave. De tal modo, la empresa mitrista busca una acción para apremiar y hostigar, moral y psicológicamente, a quien es hoy la delegada más expuesta por ser la única integrante de la comisión interna que trabaja en la redacción del diario centenario, donde la empresa planifica llevar adelante un plan de reestructuración que, si bien está dirigido a optimizar la producción periodística, también implica mas reducción de puestos de trabajo, y la aplicación de cargas horarias y escalas salariales que no se condicen con el Estatuto y tampoco son resultado de paritarias de ningún tipo. La sanción pretende acallar a la delegada y, por extensión, acallar con eso toda expresión crítica a la conducción corporativa. Según la editorial auspiciada por el HSBC, el crimen de Irene fue "externalizar a terceros" cierta información que la propia empresa se había encargado de hacer pública en una serie de reuniones con cientos de trabajadores de Redacción y que previamente puso también a disposición de la Comisión Interna en una reunión convocada por la gerencia general, el secretario de redacción y RRHH. El argumento se cae por sí solo. Lo que Irene difundió es información que afecta directamente a los trabajadores y que a todo delegado gremial le incumben: que la empresa considera innegociable el cambio en las condiciones de trabajo y que, a cambio, no se sienta a negociar con los legítimos representantes de los trabajadores ni salarios ni horarios ni otras condiciones de trabajo. Por tales motivos, el accionar de Irene fue irreprochable y se evidencia que en La Nación existe una política antisindical que desde hace años se identificada mas con Clarín, pero que en silencio y con la máscara de los buenos modales, también se verifica en La Nación donde se aplica una política silenciosa del miedo. Desde La Gremial acompañamos a nuestra compañera en su lucha y en la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores, y exigimos que S.A. La Nación retire la sanción y se avenga a discutir los temas pendientes de manera democrática en una verdadera mesa de negociación. La empresa que se dice adalid de la libertad de expresión busca amordazar a sus trabajadores, contradiciendo los tratados internacionales que consagran la información como un derecho humano.

Agrupación La Gremial de Prensa

Declaración Universal de los Derechos Humanos, que son pactos de rango constitucional en Argentina: Artículo 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. De la Declaración Americana de los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), también de rango constitucional en Argentina: Artículo 13: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideraciones de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección y gusto.


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