Todos sabemos que cada dos por tres el "adalid" de la prensa libre, Jorge Fontevecchia, hace una "limpieza" de asalariados para acrecentar las ganancias de su Grupo Perfil con sus innumerables publicaciones. Ahora resulta que el pasado 28 de agosto la negrera y explotadora empresa que dirige convocó en una reunión a todo el departamento fotográfico de la empresa, incluyendo jefes y editores. En ese lamentable cónclave y sin anestesia los "gerentes" del crápula de "Fonte" informaron que ese área será reducida en un 50 por ciento en los próximos noventa días. El argumento vuelve a ser el de siempre, la falta de publicidad y la caída en las ventas
Esta es la misma empresa que hace tan sólo 10 meses despidió a 21 trabajadores del mismo sector comunicándolo de esta manera: "El sector afectado por estos telegramas, el de fotografía e imágenes, atraviesa aquí y en el mundo por un proceso de profunda transformación, vinculado en especial con el uso de las nuevas tecnologías y el desarrollo de redes sociales que promueven un uso de imágenes con costos notoriamente inferiores a los actuales". Estos despidos fueron revertidos por la activa lucha de los trabajadores de prensa.
Nuevamente la patronal se ampara en la falacia de la crisis económica o del sector para ocultar sus designios de bajar costos laborales mediante despidos masivos y amedrentamiento del personal para que acepte condiciones laborales contrarias al derecho.
Al mismo tiempo que justifica su accionar en una supuesta crisis económica, construye un suntuoso edificio donde planea trasladar las redacciones de todas sus publicaciones.
Para que vean que en estas cuestiones del negreo y del abuso laboral no hay ideologías, ni modelos, ni proyectos de por medio para estos miserables que se hacen llamar "empresarios de medios", el amigo y "compañero de lucha" del Secretario de Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación, Carlos Zanini, nos referimos a Gerardo Ferreyra y familia, continúan con su plan de precarización que comenzó en las últimas semanas de agosto y tiene que ver con rellenar la programación del mal nacido 360 TV con los contenidos de la emisora, que también le pertenece, hablamos de Radio del Plata. Esto se lleva adelante y sostiene con la complicidad de las comisiones directivas burocráticas de los clásicos gremios que nos entregan siempre a las ambiciones suyas y a las de sus amigos patrones, ya sabemos quienes son ¿no?: UTPBA, el SATSAID, SAL, AATRAC, y por supuesto el conciliábulo tercerizador y pedrazista que encabezan la nefasta dupla Tomada-Rial desde el "Ministerio de la explotación a los laburantes", y ni que hablar del AFSCA "sanatellista", que se dedica solamente a defender los intereses del Gobierno sobre el siniestro Grupo Clarín, ex aliado incondicional del propio matrimonio presidencial que llegó de Santa Cruz de la mano del mismo hijo de su madre que ahora nos vende a Massita como continuador del "pejotismo eterno". Las cámaras robóticas siguen en los estudios de la 1030 y los "colegas", siempre adeptos a negociar individualmente sus mezquindades, caso el "Gato" Silvestre, Zloto y los propios directivos de las señales que ahora hacen "dúplex" ilegalmente, Sergio Villarruel y Bernarda Llorente, continúan con este atropello al Estatuto Profesional del Periodista y también a los convenios colectivos que asisten a los trabajadores de prensa. Se cae de maduro que la idea madre de todo este proceso maquiavélico, que ofreció ganar una "platita" más a los que hagan la doble función y no jodan con reclamos "absurdos", tiene como objetivo vaciar el canal de la, hasta ahora, fracasada Televisión Digital Terrestre, recuerden que ya ocurrió de otra manera con Canal 9. El "proyecto insignia" de la TDT viene siendo un gasto mayúsculo para el Estado kirchnerista, que gira al polémico Ferreyra millones de pesos al mes para sostener este ídolo de cartón que se les derrama como arena entre los dedos. El invento de Radio del Plata HD, es el funeral de 360 y el preanuncio de cientos de despidos y precarizaciones varias, que además ya ocurrieron en la señal varias veces. Es una agonía lenta que va a tener como víctimas a los de siempre, a nosotros, los trabajadores, quienes muchas veces parecemos no aprender las lecciones de la experiencia y cambiamos siempre el oro de nuestra fuerza de trabajo por espejitos de colores que flexibilizan cada vez más nuestra tarea.
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