viernes, 19 de octubre de 2012

El 7D visto desde Clarín

Lo prometido es deuda y llegados a esta instancia en la disputa que mantienen desde 2007 el gobierno kirchnerista y el Grupo Clarín nos vamos a dedicar a meternos un rato en el monstruo que fue desafiado por primera vez en estos casi treinta años de democracia. Ya la revista Cerdos & Peces, que dirigía el genial Enrique Symns, lo había declarado en los años '80 como "el enemigo principal". El periodista que trabajó allí decía hace poco que lo de Clarín no es ideológico sino "como una especie de extorsión de hombres de negocios, como si fueran un FMI del periodismo, no tienen ideología, ellos avanzan y van criticando. Son los dueños de la moral". Symns, quien precisamente no es kirchnerista ni mucho menos, agregaba: "Me acuerdo cómo eran los procedimientos: te invitaban a comer, te tentaban con el buen vivir, te daban tarjetas de crédito. Hay dos cosas que quieren secuestrarte los grandes medios, antes que el contenido de tus palabras, te quieren secuestrar el lenguaje. No por nada existen los columnistas, a los que se les permite hablar como si fueran personas; a los demás los vuelven uniformes con el quick writing. El jefe te enseña a escribir con un lenguaje desalmado, porque si hay algo sin alma es el periodismo objetivo. No puede existir un carajo la objetividad. Con qué carajo de objetividad podés ir vos a entrevistar a un leproso, después al enfermero, al médico, al psicólogo y no ponerte de parte del pobre leproso. Bueno, es así el mundo. Se llama a eso “policiales” no “delincuenciales”, siempre se llama del lado del poder. Y Clarín es el poder. Clarín es el menemismo oculto en el mundo de las palabras.". Esta última e impresionante definición de Enrique nos da el pie para decir que ese fue siempre el espíritu desalmado (sin alma) del "gran diario argentino", que luego fue trasladado a su oligopolio intermediático; ahí donde tienen radios, canales, diarios, revistas, cables y todo lo que se les pueda ocurrir. La lógica de premios y castigos disfrazada de "reconocimiento" para con los empleados la inició el viejo admirador de El Eje, Roberto Noble. El gran Osvaldo Bayer cuenta que después de haber caído en cana por criticar al genocida asesino de aborígenes Federico Rauch, y en su propio pueblo, fue el mismo Noble, viejo lobo de mar, quien lo invitó a participar en la mesa de los jefes del diario porque la consideraba muy de derecha. Muerto el creador "del monstruo" la fachada de la pluralidad se secó y la mecánica empresarial del capitalismo fue perfeccionada por el Multimedios en su red comunicacional. Además de la técnica de los ascensos y descensos clásica sumó el concepto de freezados, no freezados y desfreezados. Los que cumplen con la patronal, en tiempos y en formas, sobreviven y hasta tienen la "posibilidad latente" de convertirse en figuras reconocidas y respetadas, los que no, sufrirán el escarnio del anonimato y el rechazo de los jefes y los propios "compañeros". Así fue como en el "gran diario" tipos que escribían hacía años fueron desparecidos de las páginas del matutino sin miramientos. Lo increíble es que esos profesionales nunca dejaron la redacción de la calle Tacuarí porque siempre guardaron la esperanza que el patrón les inculcó, la de que algún día fueran convocados desde el cuarto piso para ver a "Dios" (Magnetto) y ser por fin tomados en cuenta en la estrategia de avance corporativo. Los pasos implícitos para llegar o mantenerse en el Grupo estuvieron siempre claros, y ahora más que nunca en medio de la peor guerra que le haya tocado atravesar al "Noble Imperio". Para pertenecer hay que ser un esclavo del servilismo, de la delación, del alcahuetismo, del  chupamedismo, del carnerismo, y de todos los ismos de la miseria laboral que se les puedan imaginar. Hoy la comandancia de Clarín está más inquisidora y exigente que nunca en materia de obsecuencia, lealtad y entrega. Algo muy parecido a lo que ocurre en las filas del Gobierno Nacional. El que defecciona saca los pies del plato y es considerado inmediatamente un traidor. Ante estas presiones la vieja guardia del diario, de TN,  Mitre, y Canal 13 compite junto con los "nuevos" para ver quien es más fiel y obsecuente a la devaluada corneta del poder. Puertas adentro se hacen reuniones con los jerarcas donde se asegura que vía judicial se puede resistir un poco más el embate del cristinismo, pero tampoco se pierde la oportunidad para seguir sembrando el miedo y la coerción. La imaginaria secuencia de los gendarmes ingresando por la calle Lima para dejarlos sin trabajo, o convertidos en simples empleados de Szpolski,  es utilizada para generar espíritu de cuerpo contra el enemigo común: el kirchnerismo. Tal es así que los colegas de más bajo rango en el Oligopolio, quienes antes estaban más preocupados en sus rencillas internas por ascensos y "reconocimiento" de la jefatura, hoy habla de que lo que realmente les preocupa es no perder los años de antigüidad si "la empresa" cae en manos de Cristóbal López, Moneta o algún otro empresario K. Los que tienen más pantalla y horas de vuelo entre los halcones magnettistas se juegan el todo por el todo a la supervivencia de la estructura que moldeó la historia política, social y cultural del país en los últimos 60 años. Sin dar nombres, porque no somos botones, muchos de nuestros compañeros están atrapados en esa terrible compulsa que puede arrastrarlos como profesionales pero también como seres humanos. En las fauces del lobo también se suscitaron situaciones que nunca hubieran podido ocurrir si el loco de Santa Cruz no se hubiera rebelado contra la corte de Magnetto. La forzada reincorporación de Ricardo Junghanns fue una, las cientos de movilizaciones a las puertas del Canal que hasta tuvieron el apoyo de muchos colegas de adentro complicaron el panorama de la banda clarinetista y la siguen complicando. En la desesperación muchos ya empiezan a decir que nunca fueron proClarín y que en realidad lo que les importa es la fuente de trabajo, ahora tratan de hacer algo más "objetivo" saliendo de los calificativos y adjetivaciones que utilizan los talibanes que pueden llegar a hundirse con el barco si el 7D es como lo pinta el fundamentalismo kirchnerista. La calamidad de esta logia siniestra que encabeza la yunta Aranda-Noble-Magnetto-Pagliaro es que ha quedado expuesta de tal manera que ya no puede formatear la cabeza ni de sus propios asalariados, a los que inclusive en los últimos años, y después de haber ganado miseria por muchas décadas, les ha subido el sueldo para que no perdieran la pertenencia a esa familia ilegítima que conformó un holding que representa a una parte importante de las corporaciones nacionales asociadas a lo peor del capital extranjero. Esos son los capitalistas que Cristina considera poco serios, ella nos ofrece una corporación "mejor". Una que vendrá a llenar el vacío que dejarán las mentiras de la "Corpo". Lo que no tiene en cuenta la Presidenta es que después de las enseñanzas que nos deja esta guerra, que agradecemos de verdad, habrá que ir también por sus alcahuetes, esos que fueron magnettistas, mitristas y fontevecchistas de la primera hora, y que ahora se venden por treinta dineros a un modelo nacional y popular bastante extraño, donde por ejemplo, se eliminan derechos a los trabajadores en complicidad  con la UIA y abrazados a los Gordos burócratas del menemismo y el videlismo. Pero esa amigos... esa, es otra batalla que recién empieza... 

1 comentario:

Anónimo dijo...

La crónica de la permanencia en el grupo Clarín, a partir de la alcahuetería y servilismo es la misma de otros medios de comunicación.
De los empresarios argentinos no espero nada bueno, pero de los trabajadores exijo dignidad.
En C5N se echaba de a docena a los periodistas y nadie hacía nada. Así el individualismo y el sálvese quien pueda fueron las bases de un grupo de trabajadores que nunca luchó ni lucha por el reconocimiento como trabajadores de prensa.
Ahora están preocupados por que les pasará con el nuevo dueño, pero seguramente se ocuparán de hacer los deberes como empleados del mes.
El problema creo, no es el método de la obsecuencia que quiere el empresario, sino que los trabajadores lo reconozcan como válido, lo digan y hagan como que está todo bien.
En CN23, hay un amparo judicial por libertad sindical, al que un grupo llegó después de luchar en soledad contra el empresario y con el desinterés de los propios trabajadores de prensa, encuadrados en un otro sindicato, afin a la empresa. Muchos conductores y columnistas del canal, tienen otros laburitos en el diario y la radio, por lo que son fieles por conveniencia... y así la precarización laboral avanza con la complicidad de los propios trabajadores. El empresario se llena los bolsillos y los periodistas son monotributistas, pagos cada tres meses, cumpliendo dos y tres funciones porque hay puestos vacantes que no se cubren, con salarios por debajo del convenio.
Esperemos que pronto haya un cambio y concientización de los trabajadores de prensa, para competir con un mejor producto, en igualdad de condiciones y sin precarización ni tercerización.