La guerra mediática entre las dos mafias que se disputan el poder en la Argentina no para de darnos sorpresas. Hace unos días, un senador de extracción radical, no por eso más bueno que otros, dijo algo razonable: en la pelea entre ladrones es donde los que la miramos por TV podemos enterarnos algunas cosas de la realidad. Si consumimos los productos de la bautizada "Corpo", nos desayunamos siempre con operaciones contra el Gobierno que nos guste o no tienen algo de cierto. La que hizo este fin de semana el devaluado Jorge Lanata sobre los hoteles palaciegos de la Presidenta es un claro ejemplo de ello. Cercado por la inteligencia kirchnerista, Magnetto y el Grupo han puesto todo su arsenal al servicio del volátil periodista que trabajó para Sokolowicz, Pierri, Mata y ahora Clarín. Muchos quisiéramos que eso fuera todo mentira y enterarnos que la Jefa de Estado vive como el ex presidente Arturo Illia, ¿pero saben qué?, nos es así. La pareja presidencial, y ahora su viuda, es una de las más ricas de la Patria "nacional y popular". Es obvio que las investigaciones de Lanata a su vez olvidan que sus nuevos jefes: Aranda-Magnetto-Pagliaro-Noble, son tan potentados como nuestra mandataria. Jamás veremos un informe suyo sobre las tierras y arrozales multimillonarios de Ayuí que sus flamantes patrones administran entre miles de empresas. Después de que el impresentable ex jefe de gabinete de Néstor, Alberto Fernández, saliera a operar contra la nacionalización de YPF por los medios opositores, las usinas del kirchnerato le volaron la cabeza con un dato qué sólo ellos y Repsol podían tener. Albernauta era consultor "externo" de la compañía de, hasta hace horas, mayoría de accionistas españoles. Un verdadero papelón!. Lo peor fue escuchar al propio culpado contando una historia patética en donde supuestamente Kirchner lo echó pero eso si... se preocupó por su futuro laboral... ¿tendremos tanta cara de boludos?. Los menemistas de La Cámpora nos dicen desde sus condominios en Puerto Madero que este es un modelo de "inclusión", debe ser de inclusión de millones de dólares en sus cuentas bancarias, porque si no no se entiende. Por el otro lado del mostrador (pero no tanto), el Macrimagnettismo y sus análogos de Perfil y La Nación, nos quieren hacer creer que son un núcleo de periodistas preocupados por la prensa libre. Como verán, ambas logias mienten descaradamente y a la vez, en su ambición de ir por todo, filtran a la sociedad pequeñas dosis de veracidad para que sigamos creyendo que esta... es una batalla entre buenos y malos. Nada más alejado está esto de la realidad.
martes, 24 de abril de 2012
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