Aunque no se sepan los motivos publicamente, esto iba a pasar en cualquier momento. El kirchnerismo hace ocho años que viene ninguneando a los periodistas acreditados en Casa de Gobierno. Los colegas (no todos, aclaramos) sino los que se creen más "pesadotes", callaron mucho tiempo los atropellos de la administración K. Todo a cambio por supuesto, de migajas publicitarias que el zar de la vocería presidencial, Alfredo Scoccimarro, reparte siempre a discreción entre oficialistas y opositores para "apoyarlos" en sus microemprendimientos mediáticos. Negocitos son negocitos! ¿o no?... En el posteo anterior consignábamos precisamente como esa desidia llevó a que la Presidenta vuelva a dormir a esos corresponsales en sus caras y sin mayores esfuerzos. CFK se refiere intimamente a la sala de prensa, donde ahora volverán los muchachos con la frente marchita, como "la covacha". Para ella de ahí no puede salir nada bueno... y la verdad que escuchando ayer la conferencia de prensa de Randazzo donde los soldados de La Nación y Clarín salieron a defender al "periodismo independiente", creemos que el pronóstico puede no estar tan desacertado. Encima se prendió en la vulgar puesta en escena un lame culos de Radio Ciudad, macrista por necesidad y no por convicción. ¿Saben qué pasa muchachos?, la vanidad es el pecado preferido de las "figuritas" del ex gran diario argentino y del elitista matutino mitrista que en estos tiempos publica información trascendental sobre el baile del caño. Si Mitre lo leyera hoy, se volvería a morir... Ocurre que los voceros del desalojo se acordaron tarde de "el honor", e hicieron explotar la mecha cuando se les presentó la oportunidad. Florencio se las dejó picando muy torpemente y los tipos patearon. Estamos de acuerdo en que el kirchnerato se pasa de la raya con el no tratamiento que da al periodismo en general, pero eso no nos hace negar que en nuestras filas hay personajes patéticos que creen pertenecer a una instancia superior del periodismo. Randazzo ayer cometió el grave error de darle entidad a esa clase desprestigiada y en decadencia de la prensa gráfica ¿cuántos ciudadanos comunes compran La Nación? ¿cuántos laburantes leen las bizarras editoriales de Van der Kooy, Blanck y otros tantos pelotudos que cuidan el, venido a menos, estatus Clarín?... dejemonos de joder!!, a esos tipos ya no hay porque tenerles miedo, nadie les cree nada, solo los viejos de Recoleta y de Barrio Norte, que repiten como loros y al unisono con la impresentable Bullrich, que hubo fraude. La administración kirchner tiene que bajar el copete y dejar de esquivar a todo el periodismo, la Jefa de Estado y sus Ministros tienen que responder a las preguntas de todos los medios y dar la cara cuando se los requiera ¿o quienes creen que son?. Pero eso sí, los mamarrachos que lamentablemente pertenecen a nuestro gremio y que ayer hicieron esa triste defensa corporativa de ellos mismos y de sus patrones, tienen que dejar el camino libre a los que de verdad quieran ejercer esta profesión con al menos, un poco de dignidad.
miércoles, 31 de agosto de 2011
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