Clarín, el diario burgués que sigue en baja

Sería necio negar que esta pelea de intereses entre la Mafia K y la "Logia del Clarinete" tuvo su lado positivo. La contienda ha permitido que salgan a la luz las miserias más revulsivas de quienes tienen el poder social, económico y político de nuestra pobre argentina, ojo! sin querer parafrasear al chanta del ñoquis Aguinis. Luego de la más pesada trifulca de los últimos tiempos se puede sacar en conclusión que los costos son elevados para ambos bandos. El kirchnerismo ya venía en baja y eso quedó claramente demostrado en las últimas elecciones, con esto solo sumó mayor aceleración en su debacle hacia el abismo. Lo del Grupo en cambio es realmente sorprendente. La sucesión de spots radiales y televisivos, más la campaña gráfica incesante que ejecutó Clarín en estos meses saturó hasta al más ducho. Lo peor fue ver a sus cosméticas figuras sujetas al discurso impuesto por los Magnettos Boys, eso de "La Ley de Medios K" en labios de la institucional María Laura o del corporativo Santo, sonó mal hasta para la audiencia más burguesa y anti k de esta bendita Capital Federal, lo del Gato y Bonelli digamos, ya roza la inimputabilidad . Yendo al papel y alguna aparición televisiva, las editoriales de Blank, Van der Kooy, etc, llevaron a que el ciudadano medio porteño, ese de mascota, sandalia, celular y diario bajo el brazo el domingo, prefiera ojear algo un poquito más maquillado, como Perfil, Crítica o si se quiere, La Nación. Clarín perdió más de 40.000 ejemplares los domingos y 38.000 en la edición semanal completa. ¿Qué tal?, no se trata de un boicot sino de un simple efecto, las causas las conocemos todos.