Así "enfrenta" la crisis el Grupo Clarín

El Primer Ministro de La Nación, Héctor Magnetto, y sus políticas de reducción de "gastos"

A pesar de la exorbitante rentabilidad que tuvo, tiene y tendrá el monopolio del gran diario argentino, la política sigue siendo la misma de siempre: bajos salarios, violación sistemática de cualquier convenio laboral, presión constante, régimen de miedo y el oscuro sistema de premios y castigos que hace las delicias del cuarteto Magnetto-Pagliaro-Aranda-Noble.

Resulta que además del despido injustificado sufrido por nuestro colega Ignacio Jubillas, se sumó esta semana el apriete al pobre Ignacio González Prieto que terminó con su alejamiento también de Mitre. El joven periodista viene brindando servicios a la empresa desde hace unos cuantos años. Empezó allí, en la misma 790 como movilero y luego el Grupo lo premió sumándole labores en TN y Canal 13. Nacho les salía barato y hacia el trabajo de por lo menos tres tipos. Hace un tiempo decidieron darle otro pequeño ascenso y lo dejaron protagonizar el espacio de 5 a 6 de la mañana en la radio. El muchacho acordó hacer ese ciclo y luego seguir de largo con los móviles para la tele. Hasta ahí todo bien, pero hace unos semanas desde la dirección de la emisora de la calle Mansilla se le pidió hacer toda la tira, cosa que resultaba imposible. En realidad querían que Prieto se fuera y se quedara solo con las crónicas televisivas. Tanto esfuerzo para que ahora lo hayan relegado sin miramientos del lugar en donde empezó... Clarín es así...

Como si esto fuera poco, la información que maneja este Notero es que el holding vernáculo ha puesto en funcionamiento una dura reducción de la masa salarial, en buen romance, quieren bajar más aún la cantidad de dinero que ponen para sueldos. En este marco se están ofreciendo retiros "voluntarios" a los que más ganan e intentando jubilar a los que más antigüedad tienen. El diario es el lugar por donde ha comenzado la poda. Nada de esto ha salido a la luz por ahora, pero les puedo asegurar que cada vez son menos los periodistas de segundas y terceras líneas que quedan laburando en la calle Piedras. Los únicos que tienen asegurados sus beneficios y privilegios son aquellos que el Grupo considera indispensables para la bajada de línea que se pretende continuar. Hablamos de aquellos editorialistas que han vendido su alma al multimedios hace añares, ellos son Eduardo Vanderkoy, Julio Blanck, Marcelo Bonelli, El Gato Silvestre y la dupla nefasta de Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda. Como verán, todas figuras "independientes" de "alto vuelo" y consustanciadas con los intereses del pueblo, de las instituciones, el republicanismo y la libertad de prensa. ¡Mi Dios querido!!!