La semana pasada, en unas de esas guardias clásicas que nos tocan a los noterodeapie, nuestra colega Rosario Bigozzi, fue testigo de un blooper que pinta de cuerpo entero las preocupaciones fundamentales que tienen los jueces de nuestra Suprema Corte. Resulta que la muchacha fue enviada a esperar que el alto letrado saliera de su edificio de la paqueta calle Ayacucho para abordarlo y poder hacer alguna notita matutina, de esas que escasean especialmente cuando hace frío. El viejo lobo judicial salió con su célebre cara de nada y aceptó contestarle en vivo a la periodista una pregunta referente a la disputa entre el ejecutivo y las justicia debido a la lentitud en las causas por delitos de lesa humanidad. Luego, la esbelta cronista invitó a Fayt a quedar en línea con el periodista que estaba en el aire de La Red a esa hora (de 7 a 8). El Doctor preguntó de quién se trataba -Gustavo Silvestre-, le dijo ella "...aaah sí! páseme con él", respondió entusiasmado el Juez. Apenas escuchó al Gato del otro lado de la línea le espetó: "Ay! Silvestre! espero que se saque esa barba que se dejó porque le queda tan fea m' hijo!!!...". guaaa...guaaa...guaaa...guaaauuu...
lunes, 16 de marzo de 2009
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3 comentarios:
Que hijo de putaaaaaaa!!!! ja ja jaaaaa!!!
Por fin un poco de humor!. Igual la info es buenísima, Denis Sablich desde Córdoba capital
Que grande Fayt!, al fin alguien que dice la verdad!!!
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