Ya les habíamos adelantado algo sobre las rispideces que venía generando el impresentable, violento (en pantalla pero ultra cagón en persona), abusador, maltratador, soberbio, y fascista de cuarta, Eduardo Feinmann, en el finiquitado programa de Alejandro Fantino, Animales Sueltos. Todo empezó a tomar un color extraño cuando el cineasta Enrique Piñeyro le sacó la careta al aire en su ex ciclo en radio El Mundo, donde junto a una banda de testaferros amigos de Julio De Vido y Daniel Hadad hicieron millonadas durante todo el pasado 2016, hasta que la impericia de Lopecito, la cama que le hicieron los Olazagasti, y otras internas, hicieron caer la "lavadora". Después de esa vergonzosa nota donde el hadadista quedó como lo que es, un terrible boludo!, empezaron las internas en la producción del ciclo de América TV. Para colmo llegaron los choque con un tipo del cual se puede decir cualquier cosa, menos que sea limitado intelectualmente, nos referimos a Jorge Asís. El escritor y asesor de político de tipos que ustedes ni se imaginan se empezó a hinchar las pelotas con las paparruchadas bizarras de su "compañero de mesa", y de un día para el otro se mandó a mudar. En este vínculo tienen toda la crónica secuencial de lo que fue el principio del fin. Para colmo de males, el pobre tipo que no puede ganarle un debate a pibe de primer año del secundario fue acusado de "Nazi" por la masserista "Chiqui" Legrand... eso ya hizo más ruido en los oídos de Juan Cruz Avila, que todo le importa muy poco, salvo que empiece a bajar el rating y la pauta publicitaria. En una nota que Fantino dio por la 1070 al propio Feinmann dejó entrever, usando una pseudoanalogía entre el director técnico que elige a sus jugadores pero que si tiene trabas de arriba queda limitado y tiene que acatar lo que dicte el que paga, ya se venía venir que entre la perdida de Asís, una figura que nadie se puede dar el lujo de tener todos los días en una mesa, y las cansadoras anticristinadas que fastidiaban a propios y extraños, menos claro a "Ale", que las consideraba divertidas... el tema es que la cosa se fue oscureciendo. La gota que apresuró el final fue la estúpida y lerda respuesta a la "Señora de los Amuerzos y (Cenas)", como siempre del "Edu", en el programa nocturno que cada vez conducía más el comodín, Luis Novaresio. Los celos del "Nazi" por no quedar a cargo de la conducción del espacio cuando Fantino faltaba, lo fueron poniendo cada vez más violento con sus compañeros, especialmente con Novaresio, y también con quien fue a ocupar el lugar de Oberdan Rocamora, nos referimos a Edi Zunino. Quien más allá de cualquier crítica, al lado de Feinmann parecía Jorge Luis Borges en su etapa más iluminada. Así llegó la discusión final, Avila le dijo a Fantino "se va o se termina el programa, ya es insostenible". Fantino ensayó una poco creíble defensa del hombre de la barba candado y ni lerdo ni perezoso, negoció. Que se termine el programa pero sin mi, dijo serio. Así fue entonces que el pobre gorilón de Novaresito tuvo que aguantar los enojos del hijo putativo de Daniel Maldad hasta el 26 de diciembre, cuando ni quienes estaban en la "mesaza" sabían bien si aquello seguía o concluía. En esa última salida al aire pueden ver como a los 25:42 minutos, Zunino gasta a Feinmann sin asco. A los 35:17 igual Edu se saca con Juan Carlos de Pablo, a los 45:30 otra vez con Luisito, y es ahí cuando a los 53:50 hace pública la bomba de que esa era la última emisión al aire. Lo demás lo habían escuchado pero no lo tenían confirmado pero se la veían venir. Al otro día, como si nada, Fantino apareció con su amigo "Coco" Sily haciendo el viejo "Animales Sueltos Clásico" teniendo como invitado al levanta rating Carlos Tévez. Todo lo que toca Feinmann lo destruye: Radio 10, C5N, El Mundo, Colonia, a la que no lo dejaron ingresar siquiera, pero según fuentes creíbles, llevará toda su yeta y mala leche a la "nueva" emisora que Fontevecchia hará con lo que quedó, si es que quedó algo, de Radio América... que Dios los ampare!. El programa que le darían al facho en A24, rumor que circula, todavía está por verse, el tema es quién aguantaría a Feinmann todas las noches o alguna noche... ¿no?
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