El show de pavadas que por estos días de conflicto laboral interno transmite el Grupo Clarín es casi fellinezca. La idea está basada en la incomunicación, la desinformación, más que en lo que muchos denominan "Cerco Informativo". Con las redes sociales eso es imposible, pero si se puede lograr estupidizar administrando la potenciación del terror a las salideras, las entraderas, los motochorros, los casos criminales, que ahora son utilizados para este tipo de manipulación hasta desde el legítimo reclamo contra los femicidios. No faltan los incendios, las inundaciones, los aludes y los chusmeríos baratos del mundo de la farándula vernácula, entre millones de banalidades más. Fomentar el terror es más viejo que Matusalén y una estrategia psicológica sobre los seres humanos que no falla. Por lo visto la argucia sigue siendo efectiva, y los más triste es que funciona sobre la mayoría de los presentadores de noticias, productores, cronistas, columnistas que no se salen del libreto de lo políticamente correcto dentro del plan de engaños de los intereses de los principales grupos empresariales como el Multimedios millonario Clarín. Salvo quienes tienen compromiso, no sólo con sus compañeros, sino con ellos mismos y la vida, salen a defender lo que es justo, el resto guarda un silencio tan parecido a la estupidez que realmente avergüenza. Walsh desentrañó este artilugio hace décadas y como hemos aprendido poco, todavía nos asustan con petardos, o compran con espejitos de colores, lamentable!!!. Reflexionemos muchachos...
martes, 24 de enero de 2017
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