Mientras 300 vagos del Parlamento argentino, para no perder la costumbre, boludean, morfan, chupan, paran el hoteles de alto vuelo y hacen compras en yankilandia, acá tenemos 32,2 millones de pobres y a ninguno de ellos le importa un carajo, el "Cambio" también llegó a los Estados Unidos. Y la noticia sobre el viaje como "Veedores de la Nada" la dio a conocer el (por ahora) macrista diario Clarín, no el Granma de Cuba. Más allá de que entre Hillary y Donald, como con cualquier gobernante norteamericano, no hay muchas diferencias, las pocas cosas que puedan obtener los latinos en época de maldad de baja intensidad, como hacemos nosotros los argentinos, suelemos tirarlas a la basura cada 8 o 10 años. Ni tiempo para organizar algo superador nos damos.. la verdad... unos genios. Somos campeones mundiales del arrojarnos ráfagas de ametralladora en las gambas, por eso estamos como estamos y ubicamos en el mundo el lugar que ubicamos. Países periféricos si estamos afuera o marginados y discriminados si estamos en EE.UU. o cualquier otra potencia mundial. La secuencia sería: el burgués urbano argento, ese Medio Pelo, sueña con ser como los Macri pero afrancesados, y los latinos con papeles de U.S.A quieren ser ciudadanos yankees de primera y reniegan de sus pares pobres e indocumentados. Son gusanos por naturaleza. Y como dijo el viejo Jauretche: "Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende". Así van las cosas y así nos van a ir...
miércoles, 9 de noviembre de 2016
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