Quienes conocen la guarida de Sergio Bartolomé Szpolski en Puerto Madero saben bien que le gusta ostentar con supuestos apoyos que tendría, y que por ahí no sean precisamente tan falsos, el tema es que los reales provienen de otros sectores muchos menos rimbombantes. Los retratos con personajes poderosos del Estado de Israel y su servicio de inteligencia son un clásico, cosa que en realidad debemos decir "Sergio", es muy sobreactuado. Nadie va a negar que tuvo y tiene trato con algunos "Bond's" vernáculos de poca monta a los que él denomina, hasta con cierta sorna y tono de descreimiento, "mis accionistas". La verdad de la milanesa es que en realidad el respaldo para que este muchacho ande suelto y sin mayores problemas proviene del mismo gobierno de Mauricio Macri. Muchos se reirán pero claro, el error provendrá de esos colegas, o gente que trabaja de otra cosa, que se cree el circo y la mediática guerra entre los ultraK, los recontra antiK, los PRO y los ultra antiPRO. Basta recordar aquel día de la fiesta de asunción de mando en el Teatro Colón del CEO que está instalado en Balcarce 50 destruyendo hora a hora a la clase trabajadora, para entender de qué va la cosa. Los tres invitados principales eran Héctor Magnetto, Daniel Hadad y su socia Viviana Zocco junto a Szpolski. Solamente no vemos lo que no queremos ver. La administración anterior, y especialmente ésta, solidificaron la manera en que dineros oscuros se blanquean en nuestras narices mediante sociedades fantasmas que arman y desarman a piacere mediante testaferros y pseudoempresas de toda índole, especialmente de medios, el nuevo coto a explotar de transfugas como estos. ¿Por qué?... muy simple. Una firma dedicada a las comunicaciones puede cumplir doble tarea, permitir contrataciones exorbitantes de figuras, gastos por cualquier tipo de eventos delirantes y el plus, operar en favor de los intereses que más le convenga a estas logias mafiosas. Esta introducción es para ponerle el extra a la información que se sólo dice "Szpolski cerró otro medio y dejó tanta gente sin trabajo" y punto. Así contado es un dato más de la cotidianeidad que se continuará dando sin mayores problemas que estar unas horas en algunos portales web. Los gremios mostrarán su "solidaridad" con los despedidos, y los futuros próximas víctimas de este accionar también, luego, chau picho!, todo sigue igual. Así que queda claro entonces que lo que hay que arrancar de raíz es la continuidad de esta mecánica vaciadora avalada por el Ministerio de Desocupación de la Nación (si! del diario La Nación) que comandan el menemista y amigo de genocidas offshore como Jorge Triaca y el "guapo" Ezequiel Sabor. Si no vamos al nudo de la cuestión lo que ocurrió con el vaciamiento del Grupo 23 va a repetirse ahí y en otros lados. Lo de Infonews era obvio que iba a pasar y parece que estuviéramos esperando ir detrás de los acontecimientos a propósito. Grave error que nos va a costar más puestos laborales. Obvio que lamentamos el cierre de cualquier medio y que compañeros nuestros queden en la calle pero con lamentos y solidaridades vía WhatsApp, Facebook, Twitter y mails, que en rigor de verdad, no sirven más que "para quedar bien un ratito". La carta de despedida de los trabajadores es muy dolorosa pero también una derrota de todos que no podemos aceptar como algo inevitable. Si así fuera, todavía estaríamos con cadenas y recibiendo latigazos por parte de impiadosos amos sanguinarios. Los actuales medios de desinformación e incomunicación que están en manos de las elites que fomentan esta idea pesimista de "y, es así, no se puede hacer nada", trabajan hora a hora, minuto a minuto para legitimar y naturalizar estas injusticias, desigualdades e hijaputeces. Si nosotros como periodistas repetimos ese discurso siniestro dediquémonos a poner una verdulería. La agenda de estas corporaciones y grupos de poder gira e torno a generar que la sociedad se desmoralice, decepcione y caiga en el desánimo para hacerla caldo de cultivo de esta nefasta manipulación. Nada es así y todo se puede cambiar hasta ahora, salvo la muerte... Así que no lloremos sobre la leche derramada después de los acontecimiento, actuemos y accionemos antes frente a cualquiera de estos atropellos.
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