Alfie (Magnetto) y Anguita (Szpolski), dos caras de esa misma moneda que destruye al periodismo

Esta discusión, si se la puede denominar así, entre dos soldados de distintos generales curruptos y muy parecidos entre si, es la clara demostración de como estos mamarrachos mercenarios hunden día a día nuestra profesión.  Así como "habemus" muchos boludos que vamos a recibir "premios" manchados de explotación y abusos laborales, como los ETER del negrero Aliverti, de Hadad o de Magnetto, todavía los hay peores, gente que ya tienen un "nombre" en las huestes del pseudoperodismo, esa metodología que en realidad se dedica sólo a operar a favor de un patrón según sus intereses. A Alejandro Alfie lo vende la cara de chupaculo de "Don Héctor", no hace falta agregar mucho. Con leer dos notas de él queda en claro que del grupo nefasto para el que trabaja no dice ni mú. A este muchacho no se lo puede imaginar de otra manera que llevando todas las mañanas la manzanita a su jefe para hacerlo gozar con alguna notita que lo vivifique, que lo estimule para seguir la guerra negociada con su ex socio gubernamental. Ese Kramer vs Kramer de la historia argentina que parece no terminar jamás. Anguita es otro personaje siniestro. Hace no muchos años el hombre era un "justiciero" que editaba libros donde denunciaba a "empresarios" ladrones como su actual jefecito, Sergio Szpolski ¿no lo creen?... lean acá. Además ese tipo afable, inteligente y persuasivo que se ve en TV, o escucha en programas de radio, es en realidad un maltratador serial de productores, asistentes y trabajadores de prensa que están a su cargo en Miradas al Sur o en sus berretas programas muy bien pagos de la Radio Pública. Si alguno lo niega que nos lo escriba con pruebas y se lo publicamos.... igual va ser muy difícil. Lo más loco de estos tipos que la juegan de grandes referentes y defensores del campo nacional y popular y que están más allá de las nimiedades y mezquindades de los figurines de las corporaciones, es que se sacan los ojos entre ellos igual que como ocurre con las "estrellitas" de Canal 13/TN, Radio Mitre y Clarín. Si a uno le dan un programa en Nacional y a otro se lo sacan, o si a alguno le dan cámara y a otro lo dejan afuera, los odios y los egos son semejantes a los que tienen payasos mediáticos como Biasatti, María Laura Santillán, o los indignados Nelson Castro y Joaquín Morales Solá. En el material que subimos y que le tomamos prestado a Medios y Opinión, el empleado del mes de Clarín denuncia una realidad: las chantadas que la dupla testaferra del gobierno nac&pop pero multimillonario, Szpolski/Garfunkel, se mandan con "su" Grupo Veintitrés, donde como él dice entre tantas otra cosas, ni siquiera se dignan a hacer los aportes jubilatorios a todos los trabajadores de prensa que tienen a su cargo hace  casi cinco años mientras reciben publicidad oficial de la ANSES. Algo muy popular e inclusivo ¿no?. Por su parte Anguita ha contado otras tantas verdades sobre las tramoyas del Cuarteto Zupay del choreo, nos referimos a Aranda-Noble-Magnetto-Pagliaro. En este debate en lo del neoK, Gato Sylvestre,  prefirió hacerse el boludo y no entrar en detalles, porque claro!, él mismo siempre fue muy cercano al clarinismo, (lean esto sino ). Tampoco podemos olvidar que el tocayo del "revolucionario" Aliverti, también tuvo un paso oscuro por Canal 7, cuando era partícipe necesario de la hoy "diabólica" Alianza delaruista, en la que también participaba el comandante supremo del AFSCA, diría la Guiñazú del kirchnerto, Mariana Moyano, hablamos del señor feudal de Morón, Martín "Sanatella", un tipo que parece genial siempre y cuando se lo compare con Rousselot. Todavía la Comisión Interna de la TV pública recuerda con mucho cariño a Anguita y le ruega a Szpolski que lo mantenga bien lejos de Figueroa Alcorta Y Tagle. Como verán, más de los mismo, estos son igual que los volátiles Víctor Hugo Morales y Jorge Lanata, o Juan Miceli y Samuel Gelblung, hoy están acá y mañana allá... no nos engañemos más, si Rodolfo Walsh los escuchara o viera cinco minutos se volvería a morir, pero de tristeza...