Ayer a la noche, en una de sus clásicas apariciones al mejor estilo "stand up" en el programa del prócer de la derecha Mariano Grondona, el Rimbaud de las pampas, Jorge Asís, juramentaba que el hombre de la fe, de la esperanza, del "siempre adelante", es quien en realidad marca la cancha a la Presidenta CFK. Se nota que el ex compañero de Neustadt, hoy recuperándose de un ACV, y su pichón de facho en estudio, Pablo Rossi, no asistieron la semana pasada a la Casa de Gobierno para ver como Cristina dejó entrar por primera vez a los periodistas acreditados en su despacho para que fueran testigos silenciosos de la humillación a Scioli, dándole en mano la platita para pagar los aguinaldos. Lo que hay que decir, es que más allá de las especulaciones del tándem Clarín-La Nación-Perfil, la Jefa de Estado supo desde un principio que iba a darle esos fondos al Gobernador bonaerense. La idea de la maquiavélica Presidenta fue hacerle saber a "Daniel", y a cualquier otro insurgente, que con ella no se juega ni para la foto. Acaso no demostró hace días que a pesar de representar supuestamente a un gobierno nacional y popular pro Derechos Humanos, es capaz de sentarse a negociar con el ex agente del Batallón 601, Gerardo Martínez, y su troupe de ricos Gordos menemistas. Todo con la finalidad última de voltear a uno de sus peores ex socios, nos referimos al burócrata, empresario y multimillonario Hugo Moyano. El indócil ex motonauta está entre la espada y la pared y sabe que sus gorilones defensores le tiran tierra encima cada vez que afirman publicamente que él es "un tiempista", eso le recuerda a los mitos que generaban esos mismos periodistas y medios sobre De la Rúa antes de que llegara a la presidencia. Desde la cama y con mucha tos, Grondona se quedó contentísimo con la afirmación de Asís sobre que el que maneja la situación en el conflicto Nación-Provincia es el propio Scioli y no Cristina. Los gorilas tienen un enorme defecto, se dan manija sólos y sonríen socarronamente cuando alguno de ellos, en la Biela o en algún programejo televisivo de fuste, asegura que la Presi se cae en cualquier momento. Parece que el microclima facho los confunde y les hace ver al Camaleón Daniel como un estadista hábil y persuasivo que no va a parar hasta devolverles la dignidad que perdieron en la avanzada loca de Néstor contra sus maltrechas credibilidades. Lamentablemente muchachos tenemos que informarles que lejos está el Goberna de eso. Scioli, a quien además se lo ve muy deteriorado fisicamente, envejecido, pelado, flaco y hasta deprimido, en realidad está más cercano a ser el mojigato que Ruckauf fue para Menem que el estratega que ustedes sueñan.
lunes, 23 de julio de 2012
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