Las caripelas visibles de Dellatorre-Fagale, representantes de quienes entregan nuestra dignidad laboral, la dupla nefasta de Das Neves-Camaño
Los impresentables que tienen cooptado nuestro gremio hace varias décadas, encabezados por los corleónicos Daniel Das Neves y el "combativo" Juan Carlos Camaño, decidieron unilateralmente, como es su costumbre, salir a decir que nuestro gremio ya no pertenece más a la CTA, y menos a la de Pablo Michelli. TY por supuesto "aclarar" que no es opositora al gobierno. Los tipos, hoy representados por la servicial Lidia Fagale y Dellatorre, creen que son dueños de nuestro sindicato y salen a hablar por cuenta propia, parece que se olvidaron que hay afiliados a los que se deben consultar. La muchacha, siempre tan democrática, como cuando le rompieron la cara a Tomás Eliaschev (que por suerte no concuerda en nadad con su gorilón padre), salió a desmentir una nota del diario Clarín (leer acá el siniestro comunicado) donde se hablaba del encolumnamiento del gremio en la legendaria Central de Trabajadores Argentinos. Además de patoteros, burócratas e hipócritas, estos señores son bastante salames, porque al salir a decir semejante barbaridad dejan al descubierto el porque es que dejan y han dejado hacer lo que quieran a los "empresarios" de medios testaferros del Gobierno que viven cagando a los trabajadores de prensa, caso Szpolski, quien entre otras cosas, no paga hace casi cuatro años los aportes jubilatorios y nadie dice nada, ni siquiera su supuesto archienemigo Magnetto... raro ¿no?... o solidaridad empresaria como le dicen). De todos modos esta banda no mueve un pelo ni contra los medios oficialistas ni tampoco con los opositores, las movidas que se dan contra Clarín por la situación en Canal 13/TN son promovidas por la Intercanal y nunca por quienes deberían hacerlas. Esta es otra muestra de que esta gente tiene que tener los días contados al frente de nuestra organización gremial, y si quieren ser kirchneristas, magnettistas o trotskistas deben dedicarse a la política pero no usando nuestro sello, porque la función de un sindicato es defender a los trabajadores del abuso de cualquier poder, venga de quien venga y llamese como se llame.
Los impresentables que tienen cooptado nuestro gremio hace varias décadas, encabezados por los corleónicos Daniel Das Neves y el "combativo" Juan Carlos Camaño, decidieron unilateralmente, como es su costumbre, salir a decir que nuestro gremio ya no pertenece más a la CTA, y menos a la de Pablo Michelli. TY por supuesto "aclarar" que no es opositora al gobierno. Los tipos, hoy representados por la servicial Lidia Fagale y Dellatorre, creen que son dueños de nuestro sindicato y salen a hablar por cuenta propia, parece que se olvidaron que hay afiliados a los que se deben consultar. La muchacha, siempre tan democrática, como cuando le rompieron la cara a Tomás Eliaschev (que por suerte no concuerda en nadad con su gorilón padre), salió a desmentir una nota del diario Clarín (leer acá el siniestro comunicado) donde se hablaba del encolumnamiento del gremio en la legendaria Central de Trabajadores Argentinos. Además de patoteros, burócratas e hipócritas, estos señores son bastante salames, porque al salir a decir semejante barbaridad dejan al descubierto el porque es que dejan y han dejado hacer lo que quieran a los "empresarios" de medios testaferros del Gobierno que viven cagando a los trabajadores de prensa, caso Szpolski, quien entre otras cosas, no paga hace casi cuatro años los aportes jubilatorios y nadie dice nada, ni siquiera su supuesto archienemigo Magnetto... raro ¿no?... o solidaridad empresaria como le dicen). De todos modos esta banda no mueve un pelo ni contra los medios oficialistas ni tampoco con los opositores, las movidas que se dan contra Clarín por la situación en Canal 13/TN son promovidas por la Intercanal y nunca por quienes deberían hacerlas. Esta es otra muestra de que esta gente tiene que tener los días contados al frente de nuestra organización gremial, y si quieren ser kirchneristas, magnettistas o trotskistas deben dedicarse a la política pero no usando nuestro sello, porque la función de un sindicato es defender a los trabajadores del abuso de cualquier poder, venga de quien venga y llamese como se llame. 
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