Haroldo Conti, otro colega asesinado por los verdugos del poder porque se comprometió con la vida!

Esta película documental de Andrés Cuervo dedicada al genial escritor y periodista Haroldo Conti va especialmente dedicada a los hijos de sus pobres madres que intentaron otra vez silenciarnos... de acaaaaá!!!... diría el Negro Olmedo!... tenemos cuerda para rato mamarrachos!. Este hombre y colega es otro ejemplo que tenemos que seguir, el del amante de este oficio fabuloso, el periodismo, que JAMÁS puede ser cómplice, reproductor ni defensor de los intereses de los poderosos. Esos que integran las pocas clases privilegiadas de este país, otros y el mundo entero. Todo lo contrario, debe ser una garantía para la igualdad en todas sus facetas, la Justicia verdadera, la Libertad en todos sus aspectos (obviamente no en de la falacia menemista "de libre mercado"). Haroldo fue un hombre comprometido con su tiempo, con sus pares, con la vida, y así como ya les intentamos mostrar, nuestros ejemplos a seguir fueron asesinados porque hubo un plan fríamente calculado y sistemático para que fueramos los boludos que somos hoy. Así nos mataron a Rodolfo Walsh, a Raymundo Gleyzer, Francisco "Paco" Urondo, a Jorge Masetti, como a tantos otros compañeros, y nos exiliaron a grandes como Osvaldo Bayer, a Juan Gelman. Les avisamos que cada nombre tiene un vínculo dirigido a documentales imperdibles de cada uno de estos Maestros. Volviendo al material que les invitamos a ver hoy les agregamos data sobre el protagonista. Conti nació el 25 de mayo de 1925 y antes de dedicarse de lleno al periodismo y la literatura, ejerció gran variedad de oficios: fue maestro de escuela, profesor de latín, guionista de cine y hasta vendedor ambulante, luego de lo cual pasó de una literatura costumbrista a otra de alto compromiso político. En ese camino admiró a la Revolución Cubana y como miembro del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)-Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), se unió al Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS). El escritor fue secuestrado por un grupo de tareas del Batallón 601 del Ejército el 5 de mayo de 1976 y desde entonces no se ha vuelto a saber de él, pese a la búsqueda incesante de su familia, de los amigos, de las organizaciones de Derechos Humanos y de los hábeas corpus interpuestos entonces ante la Justicia.