El cristinato pareciera querer entrar en una fase estratosferica a lo Carlos Saúl!

Nadie va a negar las cosas buenas que hizo este gobierno, Acá no somos el gelbluniano Altamira y su troupe, que está en contra de todo, ni los opositores para la tribuna del PRO, y menos que menos los radicales cavernícolas representados en la figura de Sanz, Morales y el elemental Cobos. De sus aliados del "des-UNEN", ya ni siquiera vamos a perder el tiempo, binneristas, pinistas, carriotistas y juezistas dan asco. Por suerte se autodestruyen sólos. La cuestión es que no por eso vamos a dejar de decir que por momentos pareciera que un micromundo de divagues hace que el ex presidente riojano vuelva como una sombra sobre los muros de Balcarce 50. ¿Nadie le dice a la Jefa de Estado que para poder juntar la cantidad de votos suficientes así logra que su delfín político se imponga en las próximas elecciones del 2015 tiene que cubrir las falencias que han quedado después de casi 12 años de su administración en el poder?. Si el cristinismo pretende seguir al frente del Estado argentino tiene que solucionar ya, el tema de la pobreza, al que aunque niegue de manera absurda lo tiene frente a sus narices. No importa si lo denuncia La Nación, Perfil o Clarín. El tema es que lo tienen ahí, servido para potenciarlo en contra de sus enemigos. O alguien va a creer que Magnetto, Fontevecchia y los Mitre/Saguier ahora se volvieron filántropos... vamos!. La avanzada de cambios tiene que ser concreta, dirigida a los sectores más vulnerables de la sociedad pero de verdad: 82 por ciento móvil para los jubilados, basta del verso de la desfinanciación del Estado. No comemos vidrio muchachos, sabemos la que tiran en sueldos que no bajan de las 80 lucas, de los condominios en Puerto Madero,  de las empresas familiares, de los autos de alta gama, de los choferes, los viajes por el mundo, de la guita que tienen en el exterior, no nos tomen por boludos. Esto ya lo hizo el "Carlo"  con su banda y así les fue. En un país que creció a tasas chinas durante 8 años no se puede morir un sólo pibe más de hambre, de enfermedades evitables. No puede haber gente sin casa propia, sin cloacas, sin centros médicos públicos de calidad, sin asfalto. No debería quedar una sola familia bajo la línea de pobreza. Sólo somos 40 millones de habitantes parados sobre tierras riquísimas en lo que se les ocurra y seguimos dilapidando recursos naturales acordando con empresas nefastas que se llevan todo sin poner un mango y destruyendo nuestro medio ambiente. Hay que cumplir con las promesas hechas durante este período rico en la recuperación de derechos individuales, de género y culturales, Presidenta, sin querer sonar al gorila consejero del funebrero Nelson Castro, conduzca el país con el guión del Canal Encuentro que usted misma impulsó. No hagamos como Jacobo Timerman en su diario La Opinión: en política somos de centro, en economía de derecha, y en cultura de izquierda. Eso le puede servir a una publicación periodística, a un medio televisivo, radial, pero no a un país. En estos tiempos que corren salir a hablar del envío de satélites, de argentinos a la Luna, de trenes balas, de Hollywood en una isla portuaria, de estadios circenses, de edificios menemistas es, con todo respeto, una huevada que no se le ocurriría siquiera aconsejar al inescrupulosos Durán Barba. Ya se equivocó, y sigue equivocando en mantener al facho Berni, a los agentes de inteligencia del Batallón 601, Gerardo Martínez, en su central gremial caloísta y al jefe del Ejército Milani. "Dad al César lo que es del César"... la baja Cristina... la baja ya!. Berni que vaya a cobrar multas a la Panamericana y no a pegarle o inventarle causas a trabajadores despedidos de multinacionales explotadoras y negreras. Verbitsky tiene razón, le hacemos el juego a la derecha ¿o será que somos la derecha?... nooo! por favor... basta!!, estas cosas terminan mal. Muchos de ustedes, funcionarios de gobierno, legisladores y otras yerbas estarán, seguramente, salvados igual que los empresarios que la juntaron con pala durante estos años, para toda la cosecha. Pero nosotros, el populacho no señora. Así que ir en contra de lo que se predica y de los intereses del Pueblo es, diría Borges, el peor de los pecados que un hombre (lease mujer también) puede cometer...