Si leen la entrevistas al "Camaleón" Scioli por parte de Clarín, representante de las más siniestras corporaciones empresarias, financieras, clericales, rurales y militares de la Nación, quienes vienen fijando la agenda política, social y cultural de la Argentina hace 69 largos años, o la de Págima 12, "house organ" del gobierno "nacional y popular" que defiende "con uñas y dientes" los intereses de los desposeídos, de los excluidos del sistema neoliberal despótico y su capitalismo salvaje, ese que nos impusieron los milícos genocidas y sus predecesores menemistas, primos hermanos de ellos mismos, notarán que son un calco indisimulable. Es muy loco que estos dos supuestos modelos ideológicos contrapuestos le den espacio al mismo muñeco ¿no?. Es que ambas logias se parecen tanto que no pueden evitar congeniar en la elección del sucesor de este quilombo. Por algo el "Noble" imperio magnettista es un rejunte de multimillonarios que utiliza sus estructuras comunicacionales para legitimar la desigualdad permanente. Igual a lo que hace el pejotismo kirchnerista, que también es una caterva de potentados que a través de su propio multimedios estatal y paraestatal nos vende a la injusticia social como un modelo o un proyecto popular. Estas mafias con sus luchas intestinas son las que hasta el día de hoy mantiene a 11 millones y medio de compatriotas ganando menos de 40 pesos roñosos por día, según da a conocer el propio INDEC, no el Departamento de Estado norteamericano. En esta última etapa el kirchnerato y el clarinato han ido fijando lo de siempre, políticas de "seguridad" reforzando la guerra de pobres contra pobres. Poniéndonos al Coronel Berni como Secretario de Seguridad de la Nación, al pistolero Granados en la Provincia de Bs. As. y a otros "duros" para reprimir la miseria con canas pobres que no tienen drama en reprimir a sus hermanos, pero nunca para atacar al poder financiero, a la corporación política y a sus jefes del mundo empresario que chorean sin asco con sus típicos guantes blancos sin que los alcancen nunca los gases lacrimógenos, los palos o las balas de goma o de metal de la yuta lumpen, y muchos menos la in-Justicia, que es su mejor aliado en el arte del afano eterno. El ex motonauta, que ingresó a la política de la mano del Riojano Maldito, repite como loro el libreto del pejotismo clarinista de toda la vida, de ahí se deduce que los "polos opuestos" pueden terminar atraídos por la misma mierda que obviamente les conviene a ambos, es decir impunidad al cuadrado. En ese discurso berreta, el Gobernador de la provincia más grande del país, con mayores recursos, y a su vez la más pobre, no puso siquiera una lamparita y nos quiere envolver con esa sanata de la playas autóctonas e internacionales llenas por el turismo nacional, el consumo, la compra de autos. Todos beneficios que llegan siempre al mismo sector minoritario urbano que recibe el "derrame" de los que de verdad la juntan con pala hace décadas, especialmente en estos últimos diez años, como afirmó sin tapujos la Jefa de Estado: banqueros, empresarios y algunos sectores bien remunerados de la administración pública. Este es el "proyecto" o "modelo" que Scioli dice que hay que bancar sin cambios traumáticos, es decir la misma cagada pero con más olor a Anillaco y un poquito menos al Calafate. Igual él la juega a ser Mandela, un tipo que negoció con Dios y con el Demonio para llegar al poder y creó el mito del tipo que unió a Sudáfrica al terminar con el Apatheid. Sin embargo, como toda historia oficial esconde que las desigualdades de fondo entre negros y blancos no desaparecieron nunca. No se dice que se creó una elite de ambos sectores que hoy administran un país con serias desigualdades e injusticias sociales. Lean esta interesante nota al respecto. Por último muchachos, como pusimos en el posteo anterior, creer que alguno de estos mamarrachos: Scioli, Massa o Mauricio, ojo!, igual que Sanz, Binner o Cobos, junto al burócrata y entreguista sindicalismo vernáculo y sus socios patronales, la banca nacional, y otros garcas van a mejorar este panorama es estar definitivamente loco. Recuerden que el poder siempre se recicla y por eso viene a cuento otra vez una frase sentenciosa del viejo Eduardo Galenao: "De donde siempre vinieron los problemas, jamás puede venir la solución".
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