martes, 13 de agosto de 2013

Repudiamos a esta clase de mamarrachos que participan en esta profesión pero siempre desde la mezquindad y el egoísmo

En este sitio no nos gusta meternos con los colegas, siempre vamos por las patronales y los funcionarios que las avalan para jodernos la vida, pero en este caso vamos a hacer una excepción porque esto ya no tiene parangones y supera todo lo establecido en materia de hijaputeces. El caso de la cronista, por llamarla de alguna manera, que trabaja (ya con demasiada ansiedad), para TN/Clarín, Sandra Borghi, es un caso más entre tantos otros que pululan por ahí. Todos tenemos en cada medio, se trate de la radio, la gráfica, la televisión o sitios web, algún, o algunos, "compañeros" que reunen las nefastas características de este espécimen siniestro que es capaz de matar a los padres por una nota de mierda, que en realidad les importa sólo porque creen que les va a sumar puntos frente a sus negreros jefes, quienes se encargan de meterles presión, hacerlos competir con sus propios compañeros, y entrar a pelearen una absurda guerra de premios y castigos que termina por cagarles la vida a todos, así se maneja especialmente el magnettismo en Clarín con sus empleados. Quienes se enganchan en ese tren infernal y efímero de la "fama", y ese estúpido "entregar la vida por la nota", no sólo joden el laburo de los demás sino que destruyen su propias carreras exponiéndose como personas de mierda ante todos los que los rodean. Esta clase da "idiotas útiles" que las explotadoras empresas utilizan para que trabajen por dos mangos las 24 horas al día heciéndoles creer que les van a regalar el "prestigio" de mercenarios como María Laura Santillán, Biasatti o el propio Jorge Lanata son una peste que habrá que seguir intentando convencer de que están equivocados o exponerlos cada vez que se manden este tipo de cagadas imperdonables. A esta piba ya se le saltó la cadena varias veces en detrimento de los colegas que desarrollan su labor en la calle y también en el piso del canal, cuando el inefable e inescrupuloso Carlos D' Elía la usa para rellenar suplencias o darle horarios que ya nadie quiere hacer. Así y todo esta mujer, que ya no es ninguna pendeja no aprende la lección y cree que haciendo la individual se va a salvar... la pregunta es ¿salvarse de qué?. "Casualmente", esta misma clase de personas son las que se callan ante los despidos de compañeros, las bajas salariales. Son los mismos que no participan de las asambleas para defender sus propios intereses como trabajadores de prensa, y ni en pedo participan de una marcha o movilización cuando sus propios compañeros pelean por defender los derechos de todos los que trabajamos en esto. Al contrario, en vez de cuestionar a sus patrones por hacerlos trabajar más de la cuenta, explotarlos, basurearlos y tenerlos cagando, hablan pestes de sus delegados cuando deciden votar una medida de fuerza o alguna actividad reivindicativa, demostrando así lo peor que cualquiera que se precie de ser periodista puede tener, el rastrerismo servil por nada, la mezquindad, el egocentrismo, la falta de solidaridad, entre otras miles de cosas. Así les va, terminan, por suerte, siendo cada vez menos y con cada vez más rechazo por parte de sus compañeros, acaban por quedarse solos en su eterna "paja de estar en el tapete mediático". Lo que hace esta señora en los vídeos que subimos demuestran una falta de profesionalismo, compañerismo y practicidad inclusive, porque es más fácil hacerlo con serenidad y bien que de esa manera tan violenta e innecesaria, y que realmente pone en duda si está capacitada para ejercer este trabajo. Como decimos siempre, acá vamos todos juntos o va a ocurrir que con las divisiones que nos imponen, o mejor dicho, nos quieren imponer las patronales, terminamos mal, muy mal, matándonos entre nosotros por entrevistas que tienen interés para nuestros jefes y a través de ellos en el público, durante un minuto y medio. Por eso cumpas imitemos a los grandes. A los Osvaldo Bayer, los Rodolfo Walsh, los Haroldo Conti, los Paco Urondo o los Rogelio García Lupo, entre otros grandes, que pensaban un proyecto colectivo donde todos tengamos nuestro lugar sin necesidad de tener que poner en práctica este tipo de actitudes tan pobres y lastimosas. Volvamos al periodismo, basta de ser forros de la codicia de los empresarios y de sus "líneas" editoriales de mierda que varía según quien les pone la pauta o les deja hacer mejores negocios, salgamos del chiquitaje berreta porque así nos hundimos. Estos ejemplos son todo lo contrario de lo que tenemos que ser y hacer de aquí en adelante, que nos sirva para eso, para aprender a hacer periodistas y seres humanos de verdad. 

No hay comentarios: