domingo, 11 de noviembre de 2012

Las corpos con "C" y con "K" violentan a la sociedad y para eso usan a los trabajadores de prensa

De un tiempo a esta parte, la pelea entre los dos grandes núcleos de poder que se disputan la hegemonía política y económica en la Argentina, eso sí, sin llegar nunca a eleminarse del todo porque lo harían mutuamente, ha obligado a que todo argentino tenga que fijar posición, quiera o no. Así es que desde 2007 las peleas transcurren entre padres e hijos, entre hermanos, amigos, parejas, compañeros de trabajo, vecinos, etc, etc. Ultimamente todos tenemos miedo de hablar porque sabemos que con dos o tres palabras a favor o en contra de alguna cuestión pública puede tronar el escarmiento de los encasillamientos, los clásicos "vos sos K", "vos sos gorila", "apoyás a los Montoneros o a Clarín"... y si se critica a los dos está el inefable "ahhh entonces vos sos trotsko". La verdad es que la discusión política no está nada mal, todo lo contrario, inclusive no era buena esa sensación anterior en la que parecía que todos pensábamos más o menos lo mismo. Ahora ¿qué ocurre cuando el clima social se lleva a un extremo tal en el que se corre el riesgo de que terminemos matándonos entre pobres?...por ejemplo ¿Por qué el Grupo Clarín no manda a bajar línea y a cubrir notas en lugares adversos, como pueden ser las provincias kash, distritos o movilizaciones anticlarinetistas a Jorge Rendo, Aranda, Pagliaro, Suar o algún otro gerente de peso?... lo mismo ocurre del otro supuesto lado del mostrador ¿por qué los medios bancados por el kirchnerismo no envían a poner el cuerpo a las movilizaciones contra el gobierno a Randazzo, Aníbal Fernández, Boudou o el ex menemista Miguel Angel Pichetto?. No claro!, siempre se destina, como si se tratara de pequeñas "fuerzas de choque," a laburantes de prensa, pibes jóvenes o no tanto que equivocan el rumbo profesional creyendo que dejar contento al patrón de turno les va a garantizar prestigio, fama, reconocimiento, dinero y también poder. Muchos de los que trabajamos en esto estamos más preocupados por alimentar nuestro ego que por hacer un trabajo digno. Algunos inclusive tendríamos mejor que probar suerte, como Lanata, en algún teatro de la calle Corrientes ¿ o no muchachos?... no jodamos!. No importa si el que sale adjetivando en la línea editorial de la patronal es un cronista que trabaja para Clarín o para el Gobierno, el trasfondo es siempre el mismo, un pobre que defiende los intereses de clase de una estructura que está por encima de él y que además lo explota. Similar a lo que ocurre con las fuerzas "del orden"; policías, gendarmes o personal de seguridad privada hambreada que sale a dar palos a los que son de su misma condición social porque hay una instancia superior que tiene el poder y les impone el miedo a quedarse en la calle, sin trabajo, excluídos y marginados. Con el ciudadano que realiza otra actividad ocurre exactamente lo mismo, defiende a Macri o a Cristina ganándose el odio de quienes no comparten "sus ideas" mientras Mauricio y Cristina se sientan a sellar acuerdos varias veces multimillonarionaios. La sanata del 8N y el 7D es para la tribuna, para que como barrabravas terminemos matándonos en la calle mientras ellos hacen sus increíbles negocios. Les  informamos que por ahora Clarín no va a desaparecer y el gobierno de CFK tampoco, ambos se necesitan pero también requieren marcarse la cancha, controlarse mutuamente, ponerse obstáculos y palos en las rueda, nada más. Es como los Repúblicanos y  los Demócratas norteamericanos, la juegan de opositores, se turnan en el poder y primero unos te bombardean y después los otros te tiran un poco de comida desde un avión de guerra. Paremos de creer que somos participes de una epopeya libertaria, sea de un bando o del otro. Si Magnetto fuera un defensor de la libertad de expresión no tendría el monopolio del papel, ni un oligopolio de medios gigante y explotador. Lo mismo pasa con el kirchnerismo, si fuera una avanzada verdaderamente revolucionaria, con casi diez años de crecimiento económico a tasas chinas debería haber eliminado todo resquicio de miseria en un país inmenso que sólo tiene 40 millones de habitantes. Además, ¿por qué es que los dos siempre hicieron negocios con los mismos?, hasta con los que fueron ideólogos de las dictaduras cívico militares más sangrientas de la región. A estas fuerzas supuestamente antagónicas, pero que responden a la misma lógica de ambición, las rige un sistema injusto que urge que exista la desigualdad y el miedo de manera permanente. Ese miedo regula este singular esquema coyuntural en el que un tipo sale a poner su integridad física en juego, sea periodista o cualquier otra cosa, para defender intereses ajenos a él creyendo que algo de ese poder y fortuna lo va a derramar en algún momento. Despertemos del sueño y volvamos a permitirnos dudar de todo como el viejo René Decartes, no repitamos como loros el evangelio magnettista ni el cristinista, porque salvo detalles cosméticos y simbologías hipócritas en el fondo es casi el mismo. Sepamos que ellos son El Poder y lo van a defender con uñas y dientes aunque tengan que caer miles de los nuestros.

1 comentario:

artículosgacetillasinvitaciones.blogspot.com dijo...

http://seminariogargarella.blogspot.com.ar/2012/11/el-valor-de-la-protesta-siempre.html