Sin ánimo de vanagloriarse de nada, además no tenemos porque, este blog no se casa con nadie. Así como allá por octubre de 2014 les contábamos como un subgerente berreta de Canal 7 quería acercarse a nosotros para "vendernos" data contra nuestros propios compañeros (lean esto, es imperdible) ahora salimos a denunciar que hay algunos "cerebros" PRO/Cambiemos que están teniendo la loquita idea de hacer limpieza en la señal estatal a fuerza de un macarthismo tercermundista de muy poca monta. La información empezó a circular hace rato pero ahora, después de chequear muy bien toda la trama estamos en condiciones de decir que es cierta y advertimos a los trabajadores de la calle Figueroa Alcorta y Tagle que tengan los ojos ciegos bien abiertos porque la guadaña anda dando vueltas y está al acecho. Tenemos nombres de quienes son los promotores de todo esto y ojo!... de continuar la vamos a publicar sin más, como ya hicimos varias veces (y quienes siguen el blog lo saben), a pesar de que nos manden a hackear el blog, los tweets, etc, etc. Siempre están a disposición los mails de a quienes les tiene que llegar la información ¿está claro?. Así que este posteito es sólo eso, un aviso, el próximo... chau!!. Para los que no saben de qué hablamos, primero lean el vínculo que les pusimos al principio y después lean esto que es sólo una parte de la historia:
La nota es firmada por César Nenna, Norberto González, Jorge Rodríguez y Agustín Lecchi. Son los cuatro delegados de la comisión gremial interna de prensa de la TV Pública. Está dirigida a las nuevas autoridades del canal designadas por el gobierno macrista: Miguel Pereira (presidente), Horacio Levin (director ejecutivo), Néstor Sclauzero (gerente de noticias) y a la gerencia de recursos humanos. También al resto de los sindicatos de la TV Pública y que no se pronunciaron al respecto: SAT (Sindicato Argentino de Televisión), APJ (Asociación de Personal Jerárquico) y la SAL (Sociedad Argentina de Locutores). Según denunciaron los delegados del SiPreBA, en la lista anónima “se precisan funciones, trayectorias dentro y fuera de la empresa, simpatías políticas y cuestiones de la vida privada de decenas de trabajadores y trabajadoras del canal y en base a eso se sugieren determinados cambios.” Y la nota de la comisión interna agrega que si “bien la lista no tiene firma sabemos que la misma fue confeccionada de manera artera por sectores sin ningún tipo de representatividad en la empresa, y que conlleva el objetivo de generar temor sentando las bases para ‘listas negras’.” Y agrega: “los trabajadores del Noticiero repudiamos esta situación generada por sectores ligados a servicios de inteligencia – o al menos con prácticas similares – y nos solidarizamos con todos los compañeros y compañeras que aparecen allí mencionados, pertenezcan o no a nuestro gremio.” En tanto, la periodista María Daniela Yaccar señala en un artículo en el suplemento de “Cultura & Espectáculos” de Página/12, que un “mail anónimo comenzó a circular después de la lista. Planteaba que al rastrear el origen del ‘doc’ de Word se descubrió que el posible autor es Horacio Suárez, coordinador del Centro de Arte Digital (CAD) y cercano al macrismo. En la puerta de su oficina alguien escribió la palabra buchón” con aerosol. El no está yendo a trabajar. Suárez es delegado paritario de la Asociación del Personal Jerárquico (APJ)”. Por su parte, las autoridades de la TV Pública intentaron desligarse del grave hecho a través de un mail interno enviado por el director ejecutivo Horacio Levin. El ex gerente de Noticias durante la gestión kirchnerista, Carlos Figueroa señaló que “desde el gobierno de la Alianza que no se veían listas negras en el canal, cuando se hicieron como paso previo al despido de muchísimos trabajadores.". Sin embargo, en boca de Figueroa suena a cinismo absoluto, teniendo en cuenta que bajo la gestón kirchnerista, el entonces presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA), Tristán Bauer, despidió a 50 músicos de la Orquesta Estable por reclamar el pase a planta permente tras años de trabajo precario. La defensa de los puestos de trabajo y las condiciones de trabajo, y la lucha por una televisión verdaderamente pública, democrática y plural, solo puede ser garantizda por los trabajadores, y no por ninguna gestión gubernamental pasada o presente.
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