Dijimos largamos y largamos!, que mierda!!, vamos a ser crudos pero no por eso botones de cuarta. Si hacemos críticas a compañeros de años, será siempre sin dar sus nombres, salvo claro, que directamente hayan tomado posición en favor del opresor patronal y sin posibilidades de vueltas atrás. Lo último que perdemos es la esperanza. Este blog no salió a la luz con la idea de quedar bien con nadie, y mucho menos con los ciervos de los dueños explotadores de las empresas de medios y sus laderos, sean estos colegas, gerentes, directores, jefes, pinches alcahuetes o lo que venga. La peor escuela de toda esta mierda la inició el Clarín de Magnetto. Miren que Noble nunca fue un santo, pero con su muerte, los corleónicos Frigerio, el camalónico Frondizi, con "La Viuda Negra" Ernestina en el medio y "El Contador", lograron que el viejo millonario pareciera Heidi al convertir su negocio informativo en la invención de un emporio que se fue transformando con el tiempo en el pulpo más siniestro del país, y que de a poco fue absorbiendo empresas y acumulando poder sin límites. Como habrá sido el rotundo cambio que se dio en poco tiempo en aquel "gran diario argentino", que pasó de tener al gran Osvaldo Bayer como periodista y delegado sindical entre sus filas, hasta llegar a incorporar al nefasto bussista Joaquín Morales Solá, como capo de la publicación... ¿quetul?, y ojo!... sólo por nombrar a alguno de los peores gorilas que todavía se mantienen en las filas de esa mafia del poder corporativo. En medio de esa mutación llegó el menemismo y la posibilidad de que Clarín se convirtiera en el multimedios que es hoy, y desde donde se empezaron a formatear las cabezas de sus empleados. Nada nuevo lo de "Don Héctor" por supuesto, todo de manual, pero en rigor de verdad, "bien" implementado, claro y efectivo. Hablamos de la generación y potenciación de una enfermiza competencia desleal entre compañeros, una ocultista política de premios y castigos para generar fidelidad a su conducción opresora, negrera y explotadora, y no podía faltar, la manipulación sistemática mediante el fomento de las más absurdas envidias, intrigas, con su consecuente fomento de la insolidaridad más revulsiva entre pares. La falsa fantasía y promesa de exposición y consiguiente "éxito" hizo que como dijera alguna vez Enrique Symns, el Clarinete fuera una especie de FMI del "periodismo" (lean acá esa pintura del genial escritor sobre nuestro oficio y el Oligopolio). Como habrá sido el trabajo fino del magnettismo que todavía hoy amigos de la profesión miden su vida en base a las horas de aparición televisiva que tienen y los puntos que IBOPE mide en esos horarios... de locos ¿no?... pero cierto. Y lo peor, lo hacen sin pensar en que están recibiendo sueldos de mierda, violaciones permanentes a todos los convenios y derechos que los asisten como trabajadores de prensa, y un día, sin darse cuenta, se despiertan rehenes del hecho de que la manutención de sus familias dependa de una vulgar banda de mamarrachos. Así se los ve durante todas las jornadas del año al servicio, "sol a sol", de la empresa. Algunos aparecen haciendo un móvil a la mañana por TN, después van al canal, boludean o duermen una hora tiraditos en un sillón de porquería como homeless hasta que se los convoca para otra nota callejera o para cumplir el tan anhelado sueño de hacer aire cubriendo algún hueco en la señal de noticias que a la noche los tendrá como co-conductores, columnistas o movileros improvisados si surge algo de último momento. ¿Cuándo viven esto muchachos/chas?... sólo sus familiares cercanos, amigos, esposas e hijos lo saben... sufren extrañándolos todo el tiempo. Ocurre que es tal la ilusión que les han generado con el sueño chiquitito de ser algún día como las marionetas de María Laura Santillán y Santo Biasatti, y que como en el "Gran Hermano", a pesar de ser oprimidos sin piedad por el amo, mueran de inanición pensando que todo eso es lo mejor que les puede haber pasado en la vida. La idea retorcida y personalista que generan en cada uno de ellos tiene su contraparte en el resultado real que busca y encuentra esta relojería maquiavélica en la opinión pública. Producir miedo permanente en la población para estar abiertos a ceder los pocos derechos que nos quedan a cambio de "orden y progreso". Ahí es cuando pueden ver, escuchar o leer al cronista matutino con sus muertes cotidianas por robos, dramas pasionales, violencia, y guerras de pobres contra pobres, esas que en realidad tienen como causa primaria la desintegración del tejido social, obviamente adrede, al fin y al cabo, la miseria, el miedo y la idea de quedar afuera del sistema disciplinan mejor que un ejército de marines norteamericanos. Toda esa trama dará siempre el resultado esperado; que vayan en cana las víctimas de esta sociedad opresiva y macabra, mientras los verdaderos cabecillas del crimen organizado mandan a sus emisarios y empleados políticos a la televisión, radios y diarios, para pedir más "seguridad", es decir: más policías, más presupuesto para las fuerzas del horror, esas del gatillo fácil y la complicidad con el poder de turno y sus narcoemisarios. Fuerzas represoras conformadas con civiles de clases bajas que no tienen otra salida para sobrevivir, y que en realidad tienen esos argumentos mediáticos como excusa, pero en realidad no están más que para proteger los privilegios de ese sector minoritario de las clases altas de la Argentina que siguen metiéndonos en el disco rígido la idea de que ir en contra ellos es ser un idealista pelotudo, un quilombero inadaptado, o simplemente un marginal. Lo peor es que nos hacen creer eso a todos, y sin uniformes, ni pistolas, cachiporras, ni patrulleros, ni tanques, ni medios de comunicación propios, les hacemos el trabajo de instaurar y legitimar sus mentiras gratuitamente. Esas fuerzas represoras lumpen, que no piensan ni se preguntan como llegaron ahí ni porqué tienen que cumplir órdenes que seguramente irán contra sus propios semejantes y ellos mismos, tiene hoy su analogía en quienes ejercemos esta profesión deformada, que pasó de ser una instancia de defensa contra el poder concentrado, a representar todo lo contrario, un brazo propagandista de toda esa avaricia e injusticia legitimada por ideas abstractas que todos tomamos como realidades incontrastables con rango de científicas, y por ello indiscutibles. Así y todo, cualquier tiranía, por más disfrazada que esté genera su propia resistencia. A nosotros nos han venido pisando la cabeza pero no por ello destruido. Hoy a pesar de los aprietes, destrucción de comisiones internas y de las ganas de seguir peleando de muchos, el medio privado más poderoso del país ha generado su propio foco resistente. Son los propios compañeros que no le temen a los Kirschbaum, a los Blanck, a los Carlos De Elía, a los Rendo, ni al hijo de siete mil putas de Ángel Franco Cosentino, Gerente de Recursos in-Humanos. Estos tipos hace una década eran intocables, cualquier intento de organización gremial era reprimida, como pasó en 2004 en AGR, y en tantos otros casos.
Así es como nuestros muchachos se mandaron a fomentar, con excelentes resultados, una importante participación en diversas áreas del vampiro mediático de Aranda, Magnetto, Noble y el cavernícola socio del explotador de actores (y lo que venga) Adrián Suar, nos referimos a Lucio Rafael Pagliaro. A través de esta cuarta edición de su órgano de prensa propio, El Papagayo, excelente idea que todos tendríamos que poner en práctica sin ser cagones, los cumpas informan sobre los "enviados especiales" o "corresponsales, que ya no son tal porque para ese trabajo buscan pibitos recién recibidos que les laburen gratis, a modo del malintencionado "Periodismo Ciudadano", al que hasta le inventaron un premio al que le pusieron como nombre "Mario Mazzone"... quien seguramente no estaría nada de acuerdo con esta hijaputez. Esos pobres pendejos explotados hacen el laburo de tres personas, arman la crónica, se filman así mismos, y se editan, sólo falta que vayan a la casa de Magnetto y le laven las bolas. En otro segmento de esta nueva edición los colegas cuentan como se está armando la fantochada de la convergencia de redacciones, es decir, la impuesta "idea" de que la menor cantidad posible de trabajadores de prensa laburen por poca plata para todos los formatos y todos los medios del Grupo. Algo que ya materializaron los testaferros de Antonio Caló, los hermanos Olmos, en el diario Crónica y BAE, entre otros. Por último, lo más destacable, que a pesar de toda esta mierda, se produce el histórico llamado a elección para el próximo 10 de diciembre, que demuestra que no todo está perdido y que si aunamos fuerzas y nos dejamos de pelotudear siguiéndoles el tren a quienes nos están jodiendo la vida, podemos volver a ser periodistas y no voceros de las patronales y sus intereses de clase, que precisamente nada tienen que ver con los nuestros. Son exactamente los contrarios. Basta de ser sirvientes del poder!!!. Continuará!
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