Daniel Maldad y los dirigentes argentos no quieren a los seres humanos, ¿van a querer a los árboles?

La verdad es que a los ambiciosos dirigentes argentinos nunca les importó ni siquiera la gente, menos les puede importar un árbol ¡o no?. Estas últimas semanas hemos asistido impávidos a la discusión más bizarra que ha dado la mediatez coyuntural en los últimos tiempos. Lo cierto es que tanto el macrismo como el kirchnerismo, socios en los negocios y opositores para las tribunas, han logrado que los pobres árboles ya no mueran de pie. El tema es que si a estos tipos les resbala ver familias enteras comiendo de la basura, cartoneando, viviendo y muriendo en las calles mientras ellos son multimillonarios, que carajos les puede calentar que uno u otro arranque árboles de cuajo para tirarlos a la mismísima mierda. Lo triste es haber escuchado a los supuestos comunicadores de un bando o de otro justificando delirios ya insuperables con tal de pegarle al supuesto contrincante. Ricardo Forster utilizó las sufridas arboledas porteñas para pegarle al ya inimputable e imperdonable Mauricio, lo mismo hizo el émulo de Magnetto y Hadad, Sergio Szpolski. Por su parte el terrorista mediático de Floresta, Daniel Maldad, encargó una de sus clásicas encuestitas ultradireccionadas para defender al pérfido intendente de la Ciudad. No contentos con este tipo de aberraciones, el ahora ultra lanatista Gabriel Levinas salió en Twiter con una frase que habla del boludismo total en el que hemos caído algunos argentinos:"Forster defiende los árboles que plantó la dictadura"... la verdad siguiendo la lógica lanatiana y del Grupo Clarín es razonable, si se le pega a Cristina porque pronuncia mal el inglés como no le van a dar porque uno de sus laderos ideológicos defienda unos árbolitos que por ahí mandó a plantar Cacciatore... Si amigos, este es el periodismo argentino del Bicentenario, si se levanta Walsh se vuelve a morir...