El Eliaschev bueno, Tomás, desenmascaró a unos fachos cavernícolas que ahora lo amenazan mal

Antes de decir algo sobre el episodio tragicómico que titula la nota aclaramos que lo de "Eliaschev bueno" viene en razón de que papá Pepe nos desilusionó hace rato. Hace un tiempo escribimos una nota sobre las diferencias ideológicas entre padre e hijo (acá la tienen) y el hombre nos mandó un mail ultracagándonos a pedos. Allí nos decía varias cosas feas que es mejor olvidar, pero más allá de eso, nos invitaba a un interesante debate con el propio Tomás para demostrar que él sigue siendo el mismo de siempre. Después se borró del mapa y nunca más supimos nada de él. Por lo pronto decimos que creemos que fue porque el periodista, al menos por ahora, prefiere seguir siendo un antikirchnerista recalcitrante que se aleja cada vez más de lo poco que el mismo gobierno tiene de nacional y popular de verdad, aunque sea poquito. Pero vamos Pepe!!, todavía te tenemos fe. Obviamente que Pepito al lado de estos muchachos, y en materia de antikirchnerismo, es Heidi. Ahora sí les contamos lo que pasó: Tomás, excelente profesional, compañero y defensor de los derechos de los trabajadores de prensa (es delegado en el medio en el que labura que es nada más y nada menos que del delincuencial Sergio Szpolski) publicó el fin de semana una excelente nota (no se la pierdan) en la que denuncia a un grupo de fachos del jurásico. Esa clase de tipos que ya superan todo lo establecido y están a la derecha de Videla, Massera y Camps juntos. Muchachos desquiciados que además si los dejan hablar un rato atrasan hasta la época de Uriburu. Para colmo de males tienen esa manía delirante de mezclar a Dios, la Virgen, la familia, los soldados, las armas, los tiros, los muertos, la justicia, la Patria, la guerra, los Héroes de Mayo. Se nota a la legua que están sumamente desequilibrados. De todos modos tienen sus seguidores, pocos pero seguidores al fín, gente que está vinculada a las fuerzas de seguridad: militares, policías, gendarmes, prefectos y otros engendros más. En la cúspide lunática de sus afirmaciones, estos cabrones creen que el 13 de septiembre y el 8 de noviembre representan algo así como fechas históricas, hitos que encierran presagios de una "justicia que llegará", de libertades, de gestas épicas que se acercan y no sabemos cuantas pavadas más. Escuchen y leanlo ustedes mismos. Lo cierto es que después de la nota los monos estos se despachan con unos mails impresentables para el autor del escrito que en el vínculo anterior les dejamos y les sumamos éste de Señales. La respuesta en caliente y  una suerte de editorial (mirenla por Diossss) es para matarse de risa y llorar a la vez, aparte de agraviar descabelladamente y asegurar que llegará el día en que todos tendremos que huir como ratas, este tal Soaje Pinto niega todo lo que después reconoce, afirma y certifica sin que se le mueva un pelo... en pocas palabras... un fachopelotudo bárbaro!