La conmovedora historia de Filmus sobre aquella tarde en la que entró al despacho de Kirchner y lo sorprendió la imagen del ex presidente agachado y mirando por la ventana hacia Plaza de Mayo para rematar la escena con un "negrito, yo nunca voy a reprimir", pasó a la historia. En la semana volvimos a ver como en el 2001 a los federales con toda su furia represiva disparando y pegando a los pobres en Villa Soldati. Saldo final tres muertos. Con discurso progre o facho nadie se hace cargo de nada. Macri quiere más sangre y Anibal tuvo que parar la pelota porque se acordó de Ferreyra y los tobas de Formosa. A poco más de un mes de la muerte de Néstor van cinco asesinatos demenciales en los que participan las fuerzas policiales del Estado. Ojo! nada nuevo bajo el sol. El kirchnerismo nunca bajó las cifras de muertos por gatillo fácil, lean esto. La matanza sistemática de desplazados y jóvenes no se detuvo jamás desde la instauración de la democracia, no nos engañemos más. De todos modos, en esta coyuntura queda más expuesta la virulencia de los poderosos contra la debilidad de los más necesitados. Clase dominante, funcionarios gerenciadores y comunicadores cautivos de ese poder, echan leña al fuego para que los pobres con techo rajen a patadas en el culo a los pobres sin nada. La bajeza de los periodistas de un lado y del otro lado del mostrador ha alcanzado límites insospechables, nos hablan de narcos, mafias y punteros, mientras muestran imágenes de mujeres, chicos y hombres en la peor de las miserias defendiéndose con palos y piedras. Una operación de desinformación macabra que apesta y tiene por objetivo que terminemos matándonos entre nosotros mientras el Dios todopoderoso del "Espacio Publico" justifica la desidia y el asesinato a mansalva.
viernes, 10 de diciembre de 2010
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