Miedo y mercenarios, administradores de las mentiras propias y extrañas que nos taladran el cerebro todos los días.
Lo decimos para los fundamentalistas K o antiK que aprovechan cualquier critica para tildar a colegas, amigos, familiares, vecinos y/o conocidos, de gorilas o ladrones, olo que sea, según les convenga. Cualquier ley que nos haya dejado la dictadura cívico militar y eclesiástica es peor que todo lo que se impulse desde la democracia, especialmente si va contra el nefasto Grupo Clarín, pero eso no la hace inocente y mucho menos si es violada porque quienes la motorizaron. El impulso a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue hecho por muchas personas que, oh! casualidad, hoy están en la vereda de enfrente del Gobierno, y no nos referimos a cavernícolas como Julio Bárbaro. Ese es el clásico exponente del pejotismo que va para donde huela el poder. Convicciones cero!. Lo más desagradable de todo esto fue haber leído, visto y escuchado hasta el hartazgo a una banda de hipócritas que trabajan en varios medios estatales y paraestatales y que ganan fortunas poe eso, celebrar esta mentira que no es ninguna gesta heroica. Los verdaderos trabajadores de prensa tenemos que iniciar una crítica profunda contra estos mercenarios que la juegan de combativos anticlarínistas, y en realidad provienen de la escuela de los magnettistas Maria Seoane y los Vicente Muleiro, entre otros. Tipos que están enquistados entre nosotros, acomodándose en cuanto medio puedan y que encima después nos corren por izquierda a quienes queremos defender nuestros derechos como laburantes de prensa contra Clarín o Hadad, pero también contra los patrones de estos miserables a los que ellos defienden con su silencio y complicidad. Esta casta que trabaja para medios públicos donde todos les pagamos el sueldo, con la sanata de la lucha nacional y popular, le chupan las bolas a los Szpolski, los Moneta, los Santa María, los Aliverti, los Cetrá, los Cristóbal López y otros personajes siniestros que por guita pueden bajar línea neoliberal o socialista según quien les garpe. Claro está que estas vedettes payasescas no tienen ideología ni nada que se le parezca, quieren hacernos creer que son grandes periodistas, geniales pensadores que leen a Galeano, a Sartre, el diario en Bolivia del Comandante Guevara, pero en realidad lo que quieren es figurar, aman el aire, los puestos en lugares estratégicos donde no ganen menos de 40 lucas, que sus jefecitos les digan "que bueno, como defendiste el proyecto con ese editorial, son un groso!". Está claro que no tienen escrúpulos ni vergüenza. El nuevo proceso de cambio que se viene en nuestro rubro profesional no puede tener mamarrachos como estos, ni como los que han lamido el ojete a Magnetto, Fontevecchia y Saguier durante décadas. Tenemos que ir por lo nuevo. Por los verdaderos representantes de la UTPBA, Los que están por sobre el discurso de la corporación política, sea representada por el kirchnerato, el macrismo o el altamirismo burgués. Laburantes unidos que ponen el cuerpo en los conflictos, como ocurrió en las últimas horas con el despido injustificado de un compañero a manos del terrorista mediático Daniel Maldad, quien tuvo que recular y reincorporarlo sin oponer resistencia alguna. Los combativos que se soban el lomo entre ellos mismos, creyéndose grandes revolucionarios que vienen desde la Sierra Maestra se hacen los boludos y pasan por caja todos los meses, mientras caminan por el país entre pibes que revuelven bolsas de basura gracias al modelo que defienden. A este menemismo progre que mantiene las mismas desigualdades que impulsó primero el empresariado aliado a Videla y luego al Riojano Maldito. A nosotros no nos engañan más muchachos!, todos sabemos quienes son y donde están desarrollando sus "actividades" mentirosas. Esto de seguir traicionando colegas, hablando solamente de las maldades de Clarín para callarse las matufias violatorias de convenios y de la propia Ley de Medios que se llevan adelante en medios kirchneristas como los que tienen Electroingeniería, el Coti Nosiglia, el Canal 9 del socio narco González González, Cristóbal López, y otros delincuentes más, se les termina. Los tiempos cambian, y no porque la delirante Carrió haya vuelto a la palestra, el peroncito de Barrio Norte, Pino Solanas, le haya ganado a Filmus, o el perverso Massa le haya roto el culo al frívolo Insaudhualde, sino sólo porque la mentira tienen patas cortas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario