Culminado el movido 2010 como laburantes de prensa tenemos que hacer un análisis sobre los perjuicios que sufrió nuestra labor en lo que va del año. Para nuestra profesión lo peor fue la cobertura de lo vivido en el Indoamericano, lo peor desde varios puntos de vista. Por el lado de los contenidos bueh!... mejor ni hablar, más de un cronista o conductor de piso dejó salir su veta más facha y de burgués asustado. Casi todos prefirieron quedarse con la anécdota de la toma y los dichos del gran líder de las SS (Sin Sapiencia), Mauricio Macri y nunca con el problema de fondo: la desigualdad social. Más allá de esto, la otra pata del periodismo burgués dejó entrever como esos cronistas, con ese discurso xenófobo y que corrían entre piedrazos, tiros y puteadas, eran tratados también como ciudadanos de segunda por los medios para los que trabajaban. A más de uno lo mandaron al muere sin movilidad, sin seguridad y sin una moneda, hablamos de un móvil, un remis o un taxi que los espere o los saque de la zona de peligro en el momento necesario. Nunca se tomó en cuenta el peligro que los movileros corrieron desde el principio hasta el final, ya que no había una sola fuerza policial que los resguardara. Los productores, jefes de redacción y dueños de canales de noticias obligaron a sus trabajadores a meterse en el medio de una batalla campal sin nada ni nadie que los protegiera, una verdadera locura!!!. El resultado: periodistas golpeados, apedrados y que terminaron con puntos en la cabeza, robados, ultrajados, abandonados y pidiendo que alguien los rescatara del desastre. Esta vez muchachos la sacamos barata, pero si no tomamos cartas en el asunto y nos organizamos, la próxima vez nos matan a uno, algo para meditar en estas festicholas. Felíz año nuevo!.
domingo, 2 de enero de 2011
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